Kada kien su karma (México 2008)
- Dir: León Serment
- Reparto: Blanca Guerra, José Alonso, Rocío Verdejo, Enoc Leaño, Cristina Michaus, Alfredo Sevilla, José Sefami, Cassandra Ciangherotti, Concepción Márquez, y Susana Salazar
[rating:2.5/5]
Distribuida por Universal - a quien agradecemos la invitación a la función de prensa- la cinta se presenta como una de las apuestas del cine mexicano en el rubro de comedia y entretenimiento. Estará en salas a partir del 10 de octubre.
La cinta cuenta la historia de Eva (Guerra) una mujer en edad madura que ha luchado por más de un año por recuperarse de la separación de quien fue su marido, Joaquín ( Alonso) por 25 años. Para aumentar conflicto al asunto, la tercera en discordia es una chica de 25 años (Verdejo). Y hasta aquí sería todo un drama, si no fuera porque a raíz de un accidente automovilístico, el hombre no tiene más remedio que volver a la casa de la que fue su esposa, imposibilitado para caminar y con múltiples fracturas en los brazos y otras contusiones.
El caso es que la mujer ve llegar la oportunidad de vengarse del sujeto que no solo la abandonó, sino la humilló dejándola por una mujer más joven. Y es ahí que la cosa se convierte en una comedia, porque la situaciones se compejizan y enredan de manera ligera y aparentemente divertida.
El punto es que el argumento principal - el de la venganza- nunca acaba de cuajar. Incluso llega un momento en ya no se entiende porque hablamos de karma todo el tiempo. La ley de la causa y el efecto -"lo que hemos venido a hacer" diría Rama Kandra en Matrix- no tiene relación alguna con la venganza terrenal. Las cuentas se ajustan en otro plano.
Y es que la película es un ejemplo de esta revoltura new age que está tan de moda en México, donde ya da lo mismo si son cuarzos, energía, meditación, angéles o qué cosa. No me quiero poner esóterica - los que me conocen saben que pocas veces resisto la tentación- pero el asunto con el Arcángel Miguel no solo es confuso sino inexacto. Comandante de las huestes angélicas, primera línea de lucha frente a las asechanzas de demonio, hasta ahorita me vengo enterando que compone la escena para que la gente sacie su sed de venganza.
Y además es muy triste ver ridiculizada al extremo, la importancia que damos las mujeres a nuestras redes de apoyo. Las mujeres hemos tenido que construir nuestro espacio, una vez que perdimos - afortunadamente- la costura por la tarde o los lavaderos comunitarios. Los hombres siempre han tenido la cantina, pero nosotros estamos consolidando nuestros territorios. Y en ellos no solo hablamos de hombres y sexo, ni cantamos las de Lupita Dalessio, se los juro!
Pero nos apartamos del tema. Situaciones ilógicas, cabos sueltos, un final que se adivina por ahí un poco antes de la mitad de la película, hacen de esta cinta palomera y nada más. Sin mayores expectativas te entretiene, te ríes un rato, te enojas un poco... y te sales de la sala contento de apoyar en taquilla al cine mexicano.
Lo mejor:
- Sin duda Enoc Leaño. Un aplauso de pie para quien en realidad hace divertida la película. ¡¡bravo!!
- La dirección de arte, a cargo de Tere Uribe. Todos los ambientes están decorados con un excelente gusto y juego de colores. Las imágenes de San Miguel Arcángel son toda una belleza y además están colocadas en espacios y tamaños estratégicos. Muy buen trabajo.
- Guerra y Alonso demuestran todo el oficio, a pesar de no tener diálogos profundos ni mayores formas de lucimiento personal. Hacen un trabajo digno y decoroso, sabedores que siguen siendo una opción de taquilla para todos sus seguidores. Guerra en especial, luce verdaderamente hermosa, luciendo una madurez dignA de presumirse.
Lo peor:
- Ya lo expuse, pero vale la pena puntualizarlo: la ridiculización del universo femenino llega a planos insultantes.
- La revoltura de elementos esotéricos
- Secuencias largas, distractores, venganza que al final no se entiende. ¿O es quizás una manera burlona de decir "ten cuidado con lo que deseas"?... no sé, quizás no lo entendí.