Kingsman, una parodia bien llevada

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De entre todas las adaptaciones, quizá las de comics a películas son las más complicadas, principalmente porque los lectores de este medio son de los más exigentes. Para la buena fortuna de Kingsman, el original de que se basaron es muy poco conocido incluso entre los fans más hardcore, por lo que se pudieron dar el lujo de experimentar más allá que en otros casos. Curiosamente, aunque respetaron una buena parte de la trama, cambiaron completamente la esencia de la historia, pasando de una visión seria del espionaje, a un completa parodia. Sin embargo, no encontraremos los chistes fáciles y situaciones ridículas, en este caso las cosas son mucho más sutiles, conservando un aire de solemnidad y seriedad, pero burlándose de muchos clichés del género de espías, y en especial de James Bond.
El elemento que la hace más interesante, es el que, de una u otra forma, los protagonistas acaban proyectando la idea de que ellos saben que están en una película, pero sin nombrarlo directamente, Esta ruptura velada de la cuarta pared se mantiene durante toda la cinta, convirtiendo la experiencia en algo que al mismo tiempo que captura a los que no están muy empapados en el género, se convierte en un delicioso placer culpable para quienes están más familiarizados con el mismo. ES una cinta muy recomendable,pero no es tampoco para tomarse muy en serio.