El pensar en una muñeca inflable que adquiere vida es, usualmente, tema para una película porno o, a lo más, para una sexy comedia. Sin embargo, el director japonés Hirokazu Koreeda nos trae una nueva visión del tema con la cinta Kûki ningyô, que las pocas veces que se ha presntado fuera de Asia se tituló Air Doll. En esta película, nos narra la historia de una mujer que, tras de haber sido un objeto sexual toda su vida, descubre de pronto que es una persona, y tiene que adaptarse a esta nueva cirunstancia. No se requiere ser un gran analista para darnos cuenta de que es un simil de la condición femenina, y más en un país tan tradicionalista como Japón. Si bien será algo difícil de que llegue a Occidente, pero es mejor estar pendientes.