La computadora y la democratización del cine

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Durante muchos años, el trabajo de animación era uno de los más difíciles del cine, y que además exigía a una gran cantidad de personas. Una vez que se tenía el diseño de los personajes, era necesario dibujar una media de 24 celdas por cada segundo de movimiento, lo que exigía tener a una enorme cantidad de dibujantes, coloristas y otros profesionales, tan sólo para tener la parte técnica. Y si a eso le sumamos el proceso de pre-producción, fotografía, doblaje post-producción, nos podemos imaginar la tortura que implicaba realizar una de éstas cintas.

Sin embargo, tras de la entrada de la computadora, las cosas cambiaron de forma diametral: Gracias a esta tecnología, la cantidad de gente necesaria para este tipo de producciones se redujo de un 80 % al 90 %, mejorando al mismo tiempo la calidad. Eso no sólo ha permitido que veamos cintas de países que usualmente no generaban este tipo de filmes, sino que de pronto tenemos una gran cantidad de pequeños estudios que están compitiendo, de manera seria, con los grandes monstruos de la industria.

Si bien actualmente la animación sigue siendo una actividad que no está al alcance de todos - la tecnología sigue siendo demasiado cara - el avance en el medio es notorio. Considerando el rápido avance de las máquinas, no podemos descartar que en un plazo bastante corto, tengamos procesadores más rápidos y eficientes, lo que, a la larga, aumentará la competencia entre los estudios, y esta democratización del cine redundará en una mayor calidad y variedad para los espectadores.