La Habitación: El mundo es de uno

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Al ser enfrentado con la frase “¿y de qué trata esta película?”, La Habitación ofrece más de una respuesta. Es la historia de cómo una madre y su hijo logran escapar de una prisión después de vivir ahí durante años, y qué implica la adaptación al “mundo real” después de semejante evento. Pero también es sobre esa frase, el mundo real, y qué se puede definir al hablar de él.

Brie Larson y Jacob Tremblay como Ma y Jack en La Habitación
Brie Larson y Jacob Tremblay como Ma y Jack en La Habitación

Las historias de secuestro y encarcelamiento real abundan, y son horribles. Fue una de estas historias la que inspiró a Emma Donoghue a escribir la novela del mismo nombre en 2010, 5 años antes de adaptarla al cine. Pero en ese caso, el secuestro es una herramienta conceptual, y la pregunta es otra: ¿cómo le explicas el mundo a uno de sus nuevos habitantes, cuando todo lo que ha visto, escuchado, olido, y sentido se reduce a un cuarto apenas más grande que un baño? Esa es la misión de Ma (la espectacular y merecidamente multi-premiada Brie Larson) hacia su hijo Jack (el también increíble Jacob Tremblay), quien nació en aquel cuarto, y no ha conocido nada más desde entonces.

Joan Allen en La Habitación
Joan Allen en La Habitación

Quizás la prosa de Donoghue explica esta situación a detalle, pero el cine es algo mucho más concreto. Para ese terreno, el mundo de La Habitación se divide: Está lo que Jack interpreta, y lo que Ma, cuya conciencia se acerca más al público, vive. Jack, quien cumple 5 años al inicio de la cinta, percibe al mundo como el cuarto que habita junto a Ma. Los objetos en este pertenecen a la realidad, y tienen nombres. Jack los saluda cada mañana, y antes de que oscurezca. El resto existe en la televisión, donde todo es plano. Afuera del cuarto, existe el espacio. Y no hay más. El perro de Jack, llamado Lucky, vivía aquí antes, antes incluso de que Jack naciera. Quizás regrese, algún día.

William H. Macy junto a Joan Allen y Brie Larson en La Habitación
William H. Macy junto a Joan Allen y Brie Larson en La Habitación

Luego está lo que ve Ma, y como ello aumenta con las explicaciones que intenta darle a Jack, una vez que su desesperación e intentos por escapar del cuarto llegan a un punto de quiebre. Ma está en aquel cuarto, que resulta ser apenas una pequeña parte del mundo, porque el Viejo Nick (Sean Bridgers) la puso ahí cuando ella tenía 17 años. No ha salido desde entonces. Y aunque el Viejo Nick se encarga de alimentarlos y mantener la poca electricidad que alimenta al cuarto, todo lo hace a cambio de actividades con Ma que Jack nunca ve, oculto en el armario. La situación que rodea a ambos durante esencialmente la primera mitad de la cinta también sirve a Lenny Abrahamson, su director, para dar una clase magistral en deducción e inferencia. Junto a la fotografía de Danny Coheny el diseño de producción de Ethan Tobman, Abrahamson crea un doble efecto de encierro y distancia: aún cuando se sabe que el cuarto no es todo el mundo, la narrativa audiovisual de la cinta lo hace sentir como si lo fuera, viajando constantemente entre el punto de vista de Jack y Ma.

Emma Donoghue, novelista y guionista de La Habitación
Emma Donoghue, novelista y guionista de La Habitación

Es más sorprendente entonces que el mundo real sea muy parecido en ese aspecto, una vez que ambos personajes logran escapar del cuarto. La pregunta regresa y se multiplica: ¿cómo le explicas el mundo a un niño de 5 años que sólo ha visto un cuarto (y en consecuencia, sólo lo define de esa forma), y cómo se lo explicas a una mujer de veinte y tantos que volcó su sentido de la realidad, humor, e incluso su alma por el bien de su hijo? ¿Qué más tiene ella al salir, una vez que su hijo está bien, si es que tiene algo? ¿Si es que ha tenido algo durante todo este tiempo?

Abrahamson crea un doble efecto de encierro y distancia: aún  cuando se sabe que el cuarto no es todo el mundo, la narrativa audiovisual de la cinta lo hace sentir como si lo fuera, viajando constantemente entre el punto de vista de Jack y Ma.
Abrahamson crea un doble efecto de encierro y distancia: aún cuando se sabe que el cuarto no es todo el mundo, la narrativa audiovisual de la cinta lo hace sentir como si lo fuera, viajando constantemente entre el punto de vista de Jack y Ma.

La Habitación es una cinta sobre los efectos del trauma, pero también puede ser vista como una cinta sobre el cine, y cómo se representa la realidad a partir de un espacio audiovisual que busca ser su propia realidad. Ello no se ruede únicamente a cómo se ven las cosas, también cómo se juzgan. ¿Es el mundo real menos agresivo, menos cruel, que el cuarto? En algunos aspectos si, en otros no. A la hora de reportar casos de desaparición o secuestro, se puede dar por hecho que, una vez que la víctima regresa a la realidad que habitaba antes, todo vuelve a estar bien. La víctima incluso se convierte en un pretexto para ahondar en la perversión, en la oscuridad y violencia del comportamiento humano. "Algún día, cuando esté más grande, ¿sabrá Jack sobre su padre?", pregunta una famosa presentadora en un programa similar a 60 Minutes a Ma, una vez que ella se ha convertido en una celebridad nacional, y debe acceder a la entrevista para pagar a su abogado.

Pero Donoghue y Abrahamson también plantean al mundo real como otra especie de cuarto. El impacto emocional de esa vida aún persiste, y la sobrevivencia no es para nada un tema claro o fácil. La Habitación es, entre otras cosas, interesante en el panorama de premios, porque reniega la propuesta más "hollywoodense" a su historia: Ma y Jack viven un infierno dentro del cuarto, luchan por salir al mundo real, y son eternamente felices tras lograrlo. No hay tal cosa, y en lugar de forzar una progresión, Abrahamson se sienta a observar, como Jack ha estado observando todo durante su vida. A veces, Ma sigue jugando con Jack, como hacia antes. A veces no puede salir de la cama. A veces, explota frente a su madre (Joan Allen), quien intenta encontrar un fragmento de normalidad, aunque este nunca termina de aparecer. El tiempo pasa, y no hay prisa. Yo menos mal, porque todos los planteamientos de La Habitacióntoman tiempo para crecer, como la nueva mirada de Jack ante la realidad. Y la mirada del público ante esta cinta, un triunfo del cine, el arte, y la curiosidad humana.

Manuel Cruz

@cruzderivas