La década de los setentas fue un momento de liberación de las costumbres a un nivel que pocas veces se había visto antes, y en ese sentido, Francia siempre llevó la delantera con respecto a las temáticas. Sin embargo, en el año de 1978 se daría un cambio bastante importante, aunque en aquel entonces pasó algo desapercibido. En ese año se lanzaría La cage aux folles, de Edouard Molinaro. Si bien es una comedia de corte ligero, era la primera ocasión en que se veía una relación de pareja homosexual no sólo funcional, sino con un concepto responsable de paternidad. La actuación de Ugo Tognazzi es una exquisita combinación de comedia pícara y un profundo drama, en donde vemos a un padre auténticamente preocupado por su hijo, y capaz de todo por él. Es una cinta totalmente recomendable.