La parodia es uno de los géneros más antiguos que existen, y que forman parte del cine desde sus primeros años. Curiosamente, la primera que existió se lanzó en 1905, con el título de The Little Train Robbery, basada en The Great Train Robbery, y desde entonces, ha ido creciendo poco a poco. Una de las circunstancias que han hecho este género un éxito, es que es la única forma legal de aprovechar el nombre de una cinta sin tener que pagar derechos o caer en una situación legal. Por otro lado, al ser básicamente reconstrucciones de las escenas ya usadas, la producción es mucho más sencilla.
Generalmente, las parodias son cintas que pasan rápidamente de moda, pues exclusivamente se lanzan para aprovechar el éxito de alguna película. Sin embargo, existen algunas que se han convertido ya en clásicos, por el cuidado con el que se han realizado y la calidad del mismo. Entre las más notables en ese sentido están La Vida de Brian, y Space Balls.
El spoof, aunque relacionado con la parodia, es algo muy distinto. Recibe ese nombre la inclusión de una escena determinada dentro de una cinta, pero de una manera paródica. Un ejemplo lo podemos ver en Toy Story 2, donde Zorg y Buzz Lightyear reactúan la escena en la que Darth Vader le revela a Luke su gran secreto.
Las parodias son usualmente divertidas, nos hacen pasar un buen rato, pero una cosa es segura, y es que no lograrán despertar nuestra admiración.