Como una forma de narración, el cine le debe muchos elementos a otras formas de esta disciplina, y al tener muchos más recursos a la mano, muchas de ellas han alcanzado su máximo efecto dentro del mismo. Una de estas herramientas, que muchos de nosotros hemos visto, pero que pocos identifican, es la llamada Pistola de Chejov.
Curiosamente, el origen de este recurso narrativo es bastante curioso. El escritor Anton Chejov, dramaturgo, escritor y teórico de teatro, tenía la idea de la economía de recursos, y que nada de lo que se usara en escena debía de ser gratuito. Una de sus frases más usuales era que "si una pistola aparece colgada en la pared en el primer acto, tendrá que dispararse en el segundo, de otro modo, no debe de colocarse ahí".
A partir de ahí, el término se utiliza para describir un elemento que aparece en la historia al parecer de manera gratuita, y pronto se pierde dentro de la acción. Posteriormente, ese elemento vuelve a la historia, convirtiéndose en un elemento importante.
Aunque mucha gente imagina este elemento como un objeto, cualquier elemento puede serlo, una persona, una frase, o incluso un hábito. Por ejemplo, en la trilogia Dark Knight, la acción de Gordon de ponerle el abrigo a Bruce tras del crimen, sería posteriormente el elemento con el que él le haría saber si identidad de manera muy sutil.
Uno de los ejemplos màs notables, es cuando en Volver al Futuro, le dan a Marty un volante con los datos del rayo que cayó en el reloj. En un momento, parece que sòlo sirve para que tome notal del teléfono de Jennifer, pero gracias a que lo conserva, después tendrá la fecha y hora exacta con la que podrá volver a su época.