Aunque generalmente son los actores y directores los más señalados dentro del trabajo cinematográfico, lo cierto es que los guionistas son una parte muy importante del concepto. Y si bien las mujeres han sido más abundantes en esta rama, el anonimato inherente a esta profesión no lo ha hecho tan notablr. Sin embargo, como todos podemos imaginar, siempre hay una primera vez para todo, y la historia de la primera mujer que se dedicó a esta labor es bastante curiosa.
Bess Meredyth iniciaría su carrera totalmente fuera del cine, escribiendo relatos cortos para varios periódicos. Para 1911, entraría como extra en una de las películas de D. W. Griffith, donde fue descubierta como actriz. A pesar de volverse muy popular, ella solía quejarse de que las mujeres tenían papeles poco importante, que únicamente servían para hacer lucir al protagonista masculino. En una de sus tantas discusiones, este director la retó a escribir un guión donde mostrara su punto de vista de un papel femenino. The Gratitude of Wanda, de 1913. Aunque siguió siendo una actriz reconocida, fue una escritora prolífica, y si bien las temáticas proto-feministas no eran del agrado de muchos, tenían suficiente respuesta en taquilla como para que se le siguiera aceptando.
Otras de sus cintas más reconocidas fueron Wonder of Women y A Woman of Affairs.