En esta época, las mujeres han logrado hacerse de espacios que no hubieran podido pensarse hace años, y el cine no ha sido la excepción. Sin embargo, aunque en estas fechas estamos viendo una mayor cantidad de directoras, las bases se sentaron desde mucho, mucho tiempo atrás.
Alice Ida Antoinette Guy-Blaché se inició en el mundo cinematográfico en 1894, como secretaria de la Empresa Guamont, que se dedicaba a la creación de cámaras para cine. Ahí, fue conociendo a muchos de los pioneros del cine, de donde fue aprendiendo poco a poco los diversos aspectos de esta disciplina. Poco a poco, fue realizando labores de apoyo en diversos filmes hasta que, en 1896, dirigiría su primera producción, La Fée aux Choux, que se considera como la primera cinta narrativa de ficción.
Como era usual en aquella época, Guy-Blaché fue guionista, directora, actriz, productora y diseñadora de vestuario, siendo muy apreciada por sus visiones sumamente creativas, además de tener una excelente visión para comercializar su trabajo.
Curiosamente, el medio comenzó a hacerla un lado, pero no por ser mujer. Uno de los aspectos en los que innovó más, fue en el experimentar con elencos multi-raciales, algo que no era aún bien visto por la sociendad de aquella época, lo que le valió la pérdida de varios espacios, aunque en general, era muy respetada en el medio.
Reconocida como la primera directora de la historia, mucha de su obra está actualmente perdida, por la misma postura racial de la época, pero eso no ha afectado su posición dentro del medio.