La purga 3: año de elecciones — política, religión y venganza

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Nuestra historia comienza con una pareja de esposos que se transportan en su coche por la autopista Brooklyn-Queens, quienes casi mueren por la imprudencia de un conductor ebrio. El esposo sale de su auto y el borracho también, comenzando una pelea, pero algo llama la atención del furioso sobrio: su agresor es un maniático y no siente remordimiento alguno por casi matarlos a él y su esposa.

Acto seguido llega la policía y los separa, una vez de nuevo en el interior del auto con su mujer ella le dice: "¿No sería genial si todos tuviéramos un asesinato permitido al año?". Su esposo esboza una mueca y piensa que es un comentario muy inquietante y oscuro viniendo de ella—quien es médica de profesión—a lo que él le responde: "Eso sería retorcido, querida". Pero la idea se queda con él, la idea de un asesinato permitido anualmente.

Una vez él está en Francia trabajando en la postproducción de su primer película, él nota que nadie del equipo porta un arma, lo cual llama su atención dado que donde él se crió (Brooklyn) 9 de cada 10 personas que él conocía poseían una pistola, por lo cual él llega a la conclusión de que en Francia existe una relación distinta con las armas de fuego. Luego, en Canadá él llega a la misma resolución, lo cual contrastaba en su mente con las masacres en Estados Unidos (la matanza de Columbine es una de las mediáticas, llevada al cine de la mano del director Gus Van Sant en su película Elephant), no fue hasta que vio programas de telerrealidad donde las familias hacen armas (American Guns y Son of Guns), que él concibe la idea: un día festivo donde los norteamericanos puedan matarse entre ellos y los policía, bomberos y médicos no puedan intervenir. Así nació The Purge.

La historia que acaban de leer es de una entrevista que concedió James DeMonaco—guionista y director de las tres películas—al sitio web de la revista Complex, la cual pueden leer dando clic acá.

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La purga es un evento que ocurre cada año desde las 7:00 pm del 21 de marzo hasta las 7:00 am del 22 de marzo. Durante ese tiempo, todo crimen conocido es legal, y todos los servicios (911, cuerpo de bomberos y hospitales) no tienen permitido ejercer. 

Con esta sinopsis arranca la hasta ahora trilogía, donde hoy en Cine3 hablaremos de su última entrega The Purge 3: Election Year.

Cada película de La purga trae elementos nuevos. Con la primera nos encontrábamos enclaustrados con una familia y los purgadores invadían la casa familiar, convirtiéndola en un largometraje sobre supervivencia y unión. En la segunda, un hombre busca venganza y quiere llevarse consigo a cuantos purgadores pueda. La película invade las calles y revela poco a poco la conspiración de la clase alta por erradicar a los marginados. En la tercera nos encontramos con una secta de fanáticos que defienden la purga y están dispuestos a eliminar a la oposición, todo en el marco de las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos.

Con un inicio heredado de Saw (Juego macabro) asistimos a un escena de tortura donde toda una familia está amordazada viendo a su verdugo—los acercamientos, planos cerrados, la edición errática, el diálogo e imágenes dan una fuerza visual al inicio que seduce—, luego se nos dice que ha pasado un tiempo desde ello y la única sobreviviente es la senadora Charlie Roar (Elizabeth Mitchell) quien decidió incursionar en la política para suprimir la purga de una vez por todas, porque fue en la purga donde perdió a su familia a manos de un psicópata. Una vez entendida su motivación y la del coprotagonista y guardaespaldas de ella Leo Barnes (Frank Grillo) que quedó establecida en la segunda entrega The Purge: Anarchy, la película puede arrancar.

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La película nos presenta un elenco multiétnico: Marcos (Joseph Julian Soria), originario de Ciudad Juárez, que tiene un diálogo bastante fuerte: "En Juárez todos los días era la purga", ya que en este diálogo la ficción se acerca a la realidad de manera macabra, haciendo alusión a la que ocupó el primer puesto de las 50 ciudades más violentas del mundo en 2008, 2009 y 2010, según La asociación civil Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal.

Laney Rucker (Betty Gabriel), Joe Dickson (Mykelti Williamson) y Dante Bishop (Edwin Hodge) cubren a la otra población—además de los latinos—discriminada: los afrodescendientes, que curiosamente juegan un papel recursivo a lo largo de la historia: Bishop fue cazado durante la purga de la primer película y se convierte en el líder de la oposición. Las decisiones de Dickson afectan la trama significativamente y Rucker trae seguridad.

Ahora bien, bajemos juntos a lo bueno y lo malo de la cinta, empecemos por lo negativo:

  1. Hay sobreactuación en algunos personajes. Algunos purgadores exageran demasiado su aparente "sed de sangre" (¡sí, te hablo a ti, Kimmy! —el personaje de Brittany Mirabilé), siendo más bien infantiles y menos amenaza, a veces da la sensación de que no son conscientes de la gravedad del asunto y están jugando, que sí, fácilmente pueden ser tachados de psicópatas, pero en la película hay muchos asesinos hiperactivos y pocos serenos como Earl Danziger (Terry Serpico) que de verdad representa un peligro. El silencio también comunica.La purga: año de elecciones 1
  2. Publicidad engañosa: El arte presente en la purga está hecho para llamar la atención: las máscaras, los vestuarios provocativos: entre el gore, las hormonas y lo pop, además de las imágenes provocadoras de la suerte de las victimas de los purgadores, son material fundamental en pósters y trailers del largometraje, por ejemplo, en la última entrega llamó mucho la atención el personaje con la máscara de la estatua de la libertad y rostro de neón. Normalmente si observas la imagen de un personaje en casi toda la publicidad de una película esperas que ese personaje tenga un papel relevante en la trama al menos. Nada más alejado de la verdad: en la anterior entrega ya había pasado que hubo unos personajes con los focos encima de ellos y resultaron personajes planos y sin historia. the-purge-election-year-2016-movie
  3. Algunas actuaciones sabotean el momento: Dejando a un lado la sobreactuación está la imposibilidad de comunicar y aportar a la escena en movimiento. Hay momentos cumbres en la narración donde las reacciones de algunos personajes acercan la cinta a la ficción y la alejan de la realidad que nos tenía inmersos: existe un momento cumbre en cierta iglesia, donde se revela lo que sería el éxtasis de la secta de los nuevos padres de la patria y su reacción es más bien, pobre, por no decir que le resta a la película. Los extras dejaron caer el momento. 

Como no todo es malo en este audiovisual, bajemos a leer lo positivo:

  1. La dirección de arte: Algo muy llamativo de esta entrega es que se mantiene el arte tan peculiar; los purgadores tienen indumentarias muy bizarras, los escenarios son cada vez más perturbadores y la purga cada vez nos hunde más en imágenes morbosas y provocadoras. Eso le da identidad al producto y a la larga expande el universo de La purga, además de las ya clásicas escenas de tortura callejera. Un detalle presente en esta y demás entregas son los errantes solitarios en las calles cubiertos de sangre o en situaciones bizarras por si mismas, que gritan o en su silencio perturban.La purga: año de elecciones 6
  2. La metáfora visual: A una conclusión se llega con esta última entrega, y es que la purga es patrocinada e impulsada con el fin de exterminar a los marginados, pobres, sin hogar y débiles, para que así la franja pequeña, que son los poderosos económicamente hablando y que no toleran a sus antagónicos, tenga una excusa para desatar sus más bajos instintos ligados a su intolerancia y frialdad. La desigualdad social llevada a la pantalla grande no dista mucho de lo que tenemos en frente (obviamente en el séptimo arte se exagera, pero parte de una base real). Finalmente la reflexión aquí es la anomalía de fuerzas que hay entre el fuerte y el débil, no es gratuito que para triunfar todos los humildes se unan y como uno solo derroten a los burgueses sin conciencia. La purga: año de elecciones 2
  3. El universo de La purga se está expandiendo. Cada entrega ha aportado su grano de arena a las 12 horas de agresión despiadada. En esta última entrega el agregado fue la inclusión de los extranjeros que viajaban a purgarsiendo esto un detalle que expande las posibilidades en pantalla y mantienen viva la noche de las bestias.La purga: año de elecciones 5
  4. La construcción de los personajes y la empatía que generan: Dejando a un lado a los personajes que no aportan al largometraje y más bien necesitan un replanteamiento, en esta masacre electoral encontramos personajes que logran construir un vínculo con el espectador. Tenemos a la senadora Roar, que perdió a su familia en la purga anual; igual que Barnes, quien perdió a su hijo. Ambos buscan revancha de ello, pero desde la política y la elección popular (Barnes, al principio quería un ojo por ojo, pero se dio cuenta que todos quedarían tuertos). Luego tenemos a Dickson quien con una actitud de antihéroe—al igual que los demás coprotagonistas Marcos y Rucker que comparten un pasado al margen de la ley pero ahora están reivindicándose al levantarse contra la purga por representar ese mundo el cual quieren dejar atrás—hace lo correcto porque es lo que se debe hacer, nada de discursos de autosuperación o políticamente correcto, ellos quieren una segunda oportunidad. 

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The Purge también será una serie – El director de las películas adelanta importantes detalles.

Sin más, estimado lector es su turno de ver en su totalidad la trilogía y sacar sus propias conclusiones. 

FICHA TÉCNICA

Título: The Purge: Election Year
Dirección: James DeMonaco
Guión: James DeMonaco
Reparto: Frank Grillo, Elizabeth Mitchell, Mykelti Williamson, Joseph Julian Soria, Betty Gabriel, Terry Serpico, Edwin Hodge, Kyle Secor.
Género: Distopía, horror y acción.
Duración: 108 minutos
Año: 2016
País: Estados Unidos
Fotografía: Jacques Jouffret
Música: Nathan Whitehead