Se acaba de anunciar que las cintas 24 y 25 del 007 estarán conectadas de manera directa con las tres anteriores, de modo que formen una unidad narrativa. Si bien esa era la línea que se había seguido en las anteriores entregas, desde el reboot que sufrió el personaje, se supuso que se trataría de una trilogía introductoria, los productores parecen estar interesados en mantener una narrativa coherente.
Obviamente, las ventajas y desventajas de ese nuevo tratamiento saltan a la vista: De entrada, al romper totalmente con el estilo de los anteriores Bond deja claro que se trata de una continuidad distinta, además de que de ese modo, se mantiene en interés del espectador en cuanto a la siguiente entrega. Pero por otro lado, el hecho de estirar una sola historia hasta sus límites eventualmente acabará por desgastarla, lo que obligará prácticamente a comenzar de nuevo. Por lo pronto, tendremos que esperar hasta ver las próximas dos entregas para poder tener un mejor panorama.
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