Las palomitas, parte de la experiencia cinematográfica

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¿Alguien quiere una bolsa?
¿Alguien quiere una bolsa?

De todos los elementos que uno relaciona de manera inmediata con el cine, aunque no forma parte del proceso como tal, son las palomitas de maíz. Esta es una variedad del maíz doméstico - más específicamente, el maíz everta - cuya semilla explota al momento de calentarse. Al parecer, la técnica fue descubierta en toda América en diversos puntos: Las referencias más antiguas se encuentran en Perú, donde se hacían hace 5,000 años, aunque prácticamente todos los indígenas, desde los iroqueses hasta los quechuas, los utilizaban en diversas recetas.
Su incursión en el cine se dio durante la gran Depresión de 1929, pues al ser uno de los productos más baratos, eran la forma más práctica de obtener carbohidratos. Después, durante la II Guerra Mundial, el racionamiento de azúcar hizo que se volvieran extremadamente populares en los cines, tradición que permanece hasta ahora.
La relación en la actualidad es tan fuerte, que el ver una bolsa de las mismas nos hace pensar de inmediato en el cine, e incluso cuando la gente decide ver una cinta en casa, el tazón lleno de estas golosinas es infaltable. Es por ello que, en esta ocasión, decidimos dedicarle este post a estas fieles compañeras, que hacen de la experiencia cinematográfica algo inolvidable.