Durante la década de los setentas, hubo un fuerte resurgimiento de los temas violentos y las imágenes del antihéroe. Una reacción a verano del amor sesentero generó una serie de cintas en donde abundaban los tiroteos, las coreografías de combate, las persecuciones automotrices y mujeres sexualmente agresivas en trajes reveladores. Con este despliegue de machismo, no tenemos que imaginarnos porqué fueron bautizadas como testosterone movies. En aquellos años, fueron cintas como Harry el Sucio, Karate Cop, Bullit y varias más. Si bien este periodo fue el definitorio del género, el mismo no murió, sino que ha ido evolucionando en actores como Stallone, Schwazenneger, Norris, Seagal y otros tantos. Si consideramos que básicamente el cine es una salida de las fantasías, nos podemos explicar fácilmente el porque de la persistencia de este tipo de filmes cuya definición más precisa es Big Cars, Big Guns, Big Boobs.