Lin Shaye cuenta todo lo que hay que saber sobre ‘La noche del demonio: La última llave’

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A finales del pasado mes de diciembre publicamos una reciente entrevista del director de ‘La noche del demonio: La última llave’, Adam Robitel. Hoy hacemos lo propio, pero esta vez quien habla es Lin Shaye, la actriz protagonista de la película.

¿Cual es el planteamiento de la película?
La película habla de el dolor y asuntos personales con los que todos lidiamos pero de los que no se habla; adoro toda la saga, pero creo que esta va a “golpear” a la gente en la frente, es una historia muy poderosa, que habla del abuso, de la familia, del perdón. También de abrirte camino a través de la confusión siendo un niño, y estoy agradecida de que sea PG13 porque creo que llegará a los chavales de una forma que no se esperan; sigue siendo de género y va a dar miedo con golpes y sustos que te harán gritar en tu asiento-parte de su valor como entretenimiento- pero esta historia va más allá y te abre los ojos a temas que no se discuten en las familias, cómo tienes que crecer sin importar lo que te haya pasado de niño, aprender a perdonar. Siento la responsabilidad de contar la verdad.

¿Cuáles son los pros y contras de repetir el personaje ya por cuarta vez?
Son todo ventajas, no le veo contras. Leigh Whannell es un hábil escritor. Es interesante porque en la primera Insidious mi personaje muere, y James Wan comentó que era un problema porque a los espectadores les gustó mucho el personaje, y pensó que siendo una historia de fantasmas siempre podría aparecer como tal, y luego se les ocurrió hacer precuelas. Y hay tantas historias que se pueden contar de su vida, y hay una humanidad en ella que en el género la hace especial, y sólo me ha hecho crecer, personal y profesionalmente.

¿Podría convertirse en spinoff de la saga?
Bueno, si tienes imaginación hay muchas historias que contar. Además, el trío con Tucker y Specs es genial. En esta hay más ligereza que en las otras. Angus Sampson y Leigh Whannell son genios- y no uso esta palabra a la ligera-. Su entendimiento de la creación cinematográfica por un lado, de contar historias por otro, de los personajes, de trabajar con otros actores. Adam Robitel, nuestro director en esta, le añade nuevos colores a la historia y a la presentación, con otro estilo.

¿Pensaste que ibas a repetir?
No, ni pensaba en que fuera una saga. Probablemente James y Leigh sí lo hicieron. Y al morir mi personaje pensé que se quedaba ahí. Más tarde al traerme como fantasma introdujimos pequeñas variaciones para que se diferenciara en algo. ¡Desde luego lo más emocionante para mí es cómo una mujer mayor se convierte en el héroe de acción de la película! Me lo estoy pasando fenomenal.

¿Crees en lo sobrenatural?
Creo en todo. Creo que la energía es energía. ¿en fantasmas? Me han pasado cosas peculiares. 6 semanas antes de empezar a rodar, el mismo día que falleció un joven actor atropellado por su coche (Anton Yelchin), me pasó casi lo mismo en la entrada de mi casa, pero la puerta a medio abrir desvió el coche y pude meterme en él para frenarlo. Al día siguiente cuando oí en las noticias lo del chico, me asusté pensando en que casi me pasó lo mismo. Y en casa las cosas estaban raras. Se me caían vasos constantemente, botellas se caían en la cocina. Al final consideré hacer una limpieza. Me caí del caballo, que no me ha pasado en 25 años. De todo.

¿Cómo llegaste a Insidious?
Había hecho una película llamada Dead End: Atajo al Infierno (2003) una buena historia, y mi pesonaje le gustó a James Wan. Cuando hizo un corto de precuela para un producto de la X-Box, Doggie Heaven (2008), me llamó, es muy divertida, y allí conocí a Leigh. Y meses después me ofrecieron ésta. La leí en la cama y me asusté tanto que la guardé en un armario y lo cerré con llave.

¿Qué opinas de Elise?
Me gusta su emotividad, que quiere ayudar a la gente, y su valor al defender sus valores y creencias, y que le planta cara al mal. Muchos no queremos alterar el equilibrio al expresarnos, enfadar a tu jefe o molestar a un compañero, pero creo que algo bueno de envejecer y de ir cogiendo perspectiva es que pierdes ese miedo, y te liberas un poco. Algo he intercambiado con Elise. Crear un personajes es interesante porque es otra persona distinta a ti pero buscas cosas en tu interior y te enfrentas a cosas tuyas de forma segura, y te valoran por exponerte.

¿A qué crees que se debe el éxito de la saga?
Además de ser una película de género, donde gritas y te asustas y te achuchas al de al lado, hay algo de drama familiar, que ya comenzó con Rose y Patrick, con la que te identificabas y te atraía. Algo resuena en todos. La tercera era sobre pérdida y lidiar con la pena, y es fácil empatizar con eso. Son historias cercanas a todos.

¿Te consideras un modelo para actrices de tu generación?
Nunca me he planteado este oficio desde ese punto, estudié en Nueva York porque me encanta actuar, y ni siquiera pensé en hacer películas. Estudié en Columbia mi MFA, aprendí con Stella Adler, Uta Hagen, fui al Actors Studio con Lee Strasberg, y trabajé muy duro en mi carrera, y si aún no sé dónde está la cámara es buena señal. Nunca pensé en términos de edad para los papeles. Siempre quieres permanecer joven, pero con suerte llegas a una edad en la que entiendes que la belleza tiene una cara distinta a la que pensabas. Ya os digo que no me haré nunca la cirugía plástica. Ahora todo es muy superficial, supongo. A mi me alegra formar parte de una comunidad tan grande. Espero llegar a los 115 y aún saberme mis frases, jaja.

¿Con varias películas es difícil mantener la frescura del personaje?
Pues bastante. Aún recuerdo lo que he hecho en las anteriores, y tengo cuidado de no repetir lo que ya he creado, y no oírme a mi misma, porque si me veo desde fuera ya no puedo dar la verdad. Es complicado ser consciente de ti pero no objetualizarte, es un desafío.

Fuente: Aullidos