Lionsgate ha resuelto una demanda de 7,5 millones de dólares con la Comisión de Bolsa y Valores y admitió irregularidades por no revelar adecuadamente sus intentos para golpear de nuevo contra un intento hostil por parte del inversionista Carl Icahn.
Las cuestiones jurídicas se derivan de una serie de movimientos de Lionsgate que ponen millones de acciones de la compañía de nueva emisión en manos de Marcos Rachesky como una manera de diluir la participación de Icahn en la empresa. Rachesky , un ex teniente de Icahn, fue visto como amigable para la gestión y más tarde fue nombrado co-presidente del directorio de la compañía.
Lionsgate dijo en documentos presentados en el momento en que se tomó la decisión de reducir su deuda en lugar de revelar que era parte de la lucha corporativa con su mayor accionista. El estudio también dijo que no estaba "predispuesto" y no dio a conocer adecuadamente qué parte de la acción se había planeado de antemano y cuánta influencia Rachesky tenía sobre los términos de la conversión. Esa operación de debito fue un punto de inflexión fundamental en el intento de adquisición de Icahn, que en gran medida le fueron condenados sus esfuerzos por obtener el control de la empresa.