Literatura mexicana en el cine, cinco botones de muestra

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Es una práctica muy común, el adaptar un libro para llevarlo a la pantalla, y prácticamente todos los grandes clásicos han tenido este tratamiento. Obviamente, las grandes obras mexicanas no han sido la excepción, llegando a los cinéfilos con los más diversos grados de calidad y fidelidad.

El día de hoy, elegimos cinco botones de muestra, que nos permitirán apreciar las diversas formas en que nuestros grandes escritores han sido vistas.

5. Mariana Mariana

Aunque se tomó algunas libertades, esta cinta se mantuvo muy fiel a la novela Las Batallas en el Desierto,  de José Emilio Pacheco. Si bien es una película excelentemente construida, y con actuaciones muy bien logradas, lo cierto es que no tuvo la aceptación que se esperaba, por tratar el delicado tema de las relaciones entre un niño y una mujer adulta.

4. Estas Ruinas que Ves

Si bien no llega al nivel de la novela original de Jorge Ibargûengoitia, esta cinta tiene un interesante y delicioso toque de humor, que la hace muy disfrutable de ver. Es notable la actuación de Fernando Luján, que literalmente se lleva la cinta.

3. Como Agua para Chocolate

Una de las primeras cintas mexicanas en seguir la fórmula hollywoodense de llevar al cine un best-seller a la pantalla casi inmediatamente después de su éxito en anaqueles. Esta producción, basada en la novela del mismo nombre de Laura Esquivel, no pudo alcanzar las cotas a las que llegó el libro, en especial porque el esquema de mezclar recetas con la historia era más complicado de lograr en una narrativa visual.

2. La Sombra del Caudillo

Basada en la novela homónima de Martín Luis Guzmán, esta cinta se volvió célebre pues días antes de su estreno fue prohibida por el Gobierno Mexicano, por la descarnada presentación que hacía de Álvaro Obregón, que fue visto como riesgoso para la figura de este prócer. Fue sólo hasta años muy recientes que pudo ser llevada a la pantalla.

1. Santa 

Esta película estará siempre en un lugar especial pues, además de ser una excelente adaptación de la novela de Federico Gamboa, sobre una joven inocente que termina en la prostitución, tiene el mérito de ser el primer film mexicano hablado, lo que lo convierte en una pieza invaluable por mérito propio.