Locura de amor en las Vegas

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  • Dirigida por Tom Vaughan
  • Escrita por Dana Fox
  • Cameron Diaz, Ashton Kutcher, Rob Corddry y Lake Bell.
  • 20th Century Fox. 2008

La popular expresión "Lo que sucede en Las Vegas, se queda en Las Vegas" apela a un auténtico premio mayor de despojo de inhibiciones, de indulgencia insana y de libertinaje jovial. Y si puedes recordar algo de ello, entonces quizás y no estabas ahí.

¿Pero qué pasaría si unos cuantos momentos de locura -bueno, unos en lo que estabas sumamente embriagado- en la Ciudad del Pecado no solamente no se "quedaran" ahí, sino que también fueran contigo de regreso a casa y amenazaran con voltear tu vida de cabeza? Esa es la premisa que detona una serie de consecuencias descabelladas para dos extraños sexy, aunque tremendamente incompatibles, en la comedia What Happens in Vegas.

Para el carismático fiestero Jack Fuller (Ashton Kutchera) y la melindrosa operadora de materias primas Joy McNally (Cameron Diaz) un descarriado fin de semana que compartieron accidentalmente en Las Vegas pudo haber terminado, sin lugar a dudas, en poco más de una ofuscación accidental. Esto es, si este par de neoyorquinos vacacionistas no tuvieran un acta de matrimonio firmada frente a ellos para recordarles de una manera escandalosa el gigantesco error que cometieron mientras disfrutaban al estilo Las Vegas.

A resumidas cuentas, no sólo Jack y Joy se casaron después de una borrachera, sino que también, momentos después, se sacaron el premio mayor en un tragamonedas: la asombrosa cantidad de tres millones de dólares. Bueno, Jack se lo ganó con una moneda de Joy. En la máquina en la que ella ya había jugado. ¿O fue al revés? Y, como sea, ¿a quién le pertenece el dinero?

Y a eso se reduce la mala mano que le dieron a este dúo peleonero, que lleva su predicamento de regreso a Manhattan sólo para ser sentenciado por el inflexible Juez Whopper a "seis meses de arduo matrimonio". A pesar de las desventuradas protestas del mejor amigo y consejero legal de Jack, Steve "Hater" Hader, Whopper se rehúsa en otorgarle a Jack y a Joy una anulación, congela el botín del premio y obliga a la irresponsable pareja a probar que han hecho todo lo humanamente posible para hacer que su improvisado matrimonio funcione. Esto incluye la convivencia, sesiones de terapia semanales y hacer algo que el tradicionalista Whopper cree que la "generación" de Jack y Joy odia hacer: intentar. De otra manera, el juez asegura, los tres millones de dólares permanecerán retenidos en una batalla legal tan larga y costosa que solamente los abogados verán un centavo de ello.