Los alambres en filmación

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A pesar de que estamos en una época en donde el CGI está dominando las técnicas de efectos especiales, existen ciertos elementos del pasado que siguen estando vigentes, y uno de ellos es el uso de arneses y alambres en filmación, una técnica especialmente antigua, y que se sigue usando hasta la fecha.

El arnés de alambre surge desde la época del teatro, en que se utilizaba para hacer descender a los actores a escena, o crear la ilusión de vuelo. Usualmente, para hacerlos invisibles se recurría a dos posibles trucos: o bajar la luz lo más posible, o alumbrar fuertemente desde la parte trasera, de modo que los mismos no fueran visibles. Georges Meliés, el pionero de los efectos especiales, fue el primero en llevarlos a la pantalla,  tras de lo cual se volvieron usuales.

El arnés se utiliza generalmente como apoyo para acrobacias imposibles de lograr de manera natural, o como medida de seguridad para ciertos trucos con demasiado riesgo. Durante años, se usaron arneses de alpinismo, aunque para el Superman de 1978, se desarrolló una tecnología totalmente nueva, que le daba al actor una facilidad de movimiento notable, y es la que actualmente se usa.

En los primeros años, se seguían los mismos trucos del teatro, buscando que la iluminación hiciera a los mismos invisibles, hasta que las técnicas de postproducción permitieron poder eliminarlos posteriomente, aunque aún así se busca minimizar su presencia desde la filmación, pues eso hace mucho más sencillo el trabajo posterior.

Este tipo de efectos son especialmente comunes en el cine wuxia, que requiere de movimientos imposibles de lograr. A tal grado, que existe un sub-género dentro del mismo al que se le bautizó como wire fu, y que si bien fue inicialmente peyorativo, muchos directores lo usan ya con orgullo.