Los anfitriones de horror

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Al surgir la televisión, muchas personas aseguraron que sería el fin del cine, pero muy pronto, salió a relucir que no sólo se movían en nichos diferentes, sino que cada uno de ellos podía aportar mucho al otro. Uno de los fenómenos más interesantes de la convivencia de estos dos medios, fueron los llamados horror shows, y su derivado, que aún ahora sigue siendo un referente: Los anfitriones de horror.

A mediados de los cincuentas, las distribuidoras de cine encontraron que podían venderse los derechos de transmisión de viejas películas a las televisoras, de modo que siguieran produciendo ganancias incluso después de salir de cartelera. En un principio, eran prácticas sueltas, pero posteriormente coemnzaron a venderse en paquete. Uno de ellos, armado por Gem Screen, incluí varias cintas de la Edad de Oro del Horror de Universal, por lo que las cadenas decidieron encontrar como diferenciarse teniendo el mismo contenido. De esa forma, se crearon los anfitriones, personajes cuya función era presentar cada película, dándole la identidad de canal.

Para la década de los sesentas, muchos productores de cintas Clase B vieron este medio para darle salida a sus producciones, y en esa década, se volvió común que hubiera programas de media noche, con un anfitrión, que presentaba cintas de esta naturaleza.

Los anfitriones eran usualmente personajes, que generalmente estaban a tono con el tema, y que se volvían tan populares que las actrices - casi siempre eran mujeres - quedaban ligadas estrechamente a los mismos. Nombres como Vampira, Elvira, y otras más, siguen siendo parte de los referentes del horror en la actualidad.