Si, al parecer ahí viven. Y no nos referimos al título de la cinta que presentó el mexicano Amat Escalante -que por cierto fue muy bien recibida por la crítica- sino al trato que le dieron los policías del aeropuerto de Niza Cannes a Rubén Sosa, uno de los actores mexicanos que participa en la mencionada cinta.
De acuerdo a una nota publicada en el Reforma, las autoridades del aeropuerto lo tuvieron detenido, registraron sus cosas sin autorización y se burlaron de él cuando dijo que era actor y que venía invitado al festival. Lo mantuvieron incomunicado, lo desnudaron y finalmente muy molestos lo dejaron ir, por no haber encontrado nada que lo inculpara de algo prohibido.
En una actitud francamente discriminatoria y despótica, queda comprobado una vez más que el racismo está muy lejos de ser erradicado en todo el mundo, y que las personas todavía no comprenden que no hay justificación alguna para este tipo de proceder. Dice la Declaración de la Convención Mundial contra el racismo, la discriminación y la xenofobia:
"...el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y las formas conexas de intolerancia, cuando equivalen a racismo y discriminación racial, constituyen graves violaciones de todos los derechos humanos y obstáculos al pleno disfrute de esos derechos, niegan la verdad evidente de que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos,constituyen un obstáculo a las relaciones pacíficas y de amistad entre los pueblos y las naciones,y figuran entre las causas básicas de muchos conflictos internos e internacionales, incluidos conflictos armados, y el consiguiente desplazamiento forzado de poblaciones... "
Pero para que se nos baje la indignación un poco: la película recibió una ovación cerrada de cerca de 900 personas durante su presentación, estando el director y los actores - ya superado el mal trago - presentes.