Rowan Atkinson siempre será el cómico simpático, Sean Connery el hombre fuerte y seguro, y Antonio Banderas el latin lover. Pero existen en el cine algunos actores privilegiados que prácticamente no tienen límites, y que pueden pasar de los más dulces individuos a villanos odiosos, abarcando una gama enorme. En esta ocasión, repasaremos un poco de estos camaleones de la actuación.
Si Alec Guinness: No solo uno de los actores más completos de la historia, sino un amo de la caracterización. Basta verlo en muchas de las cintas en las que trabajó, y veremos que incluso físicamente luce distinto.
Johnny Depp: Si bien en un principio parecía encasillado en los papeles obscuros, el joven actor ha demostrado su versatilidad encarnando prácticamente todos los diferentes estereotipos varoniles.
Christina Ricci: Puede uno verla con un rostro inocente y tierno, o como una de las más sensuales seductoras. Lo cierto es que con su talento, no ha habido papel al que no haya podido llegarle a la altura.
Sir Lawrence Olivier: Con una carrera iniciada dentro del teatro Shakespeareano, este actor pudo prácticamente representar todos los papeles posibles, y en todos ellos darle la más absoluta credibilidad.
Susan Sarandon: Un ama de casa sumisa, una mujer que huye de su pasado, una prostituta, hechicera... Prácticamente todo el abanico de vidas de una mujer. Sarandon es una de las veteranas del medio, y que consiguió hacer de cada uno una obra maestra.
Nicole Kidman: Al principio, se limitaba a los papeles de cara bonita, pero al ir madurando como actriz, ha demostrado que puede jugar con su talento, dándose una flexibilidad muy considerable.