Los cuentos clásicos tal y como debieron ser contados

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Generalmente, toda historia que es llevada al cine tiene que pasar por ciertos cambios, pero en algunos casos, éstos pueden ser tan complejos, que se alejan en su totalidad de la obra original. En los cuentos clásicos, de hecho, la cuestión es mucho más extrema, pues las versiones que escuchamos cuando niños no son más que adaptaciones de los creados en la Edad Media, que solían ser mucho más crueles que los que llegaron a nuestros oídos. Y si a esa primera "adaptación", les sumamos las hechas por Disney, podemos imaginarnos que tanto nos queda del original.

En esta ocasión, retomaremos algunas de las versiones originales de algunos de estos cuentos, para que el lector pueda hacer una comparación de los mismos, y darse una idea de que tanto se han alejado.

  • Mowgli mata realmente a Shere-Kan, valiéndose para ello de una estampida de búfalos que pasan por encima del tigre, al que emboscó en una cañada.
  • En La Reina de las Nieves - de donde surgiría Frozen - los protagonistas son dos hermanos, y niños. La Reina no tiene parentesco con ellos.
  • El príncipe realmente no besa a la Bella Durmiente, sino que la viola. De ahí nacen dos gemelos mientras ella duerme, y cuando uno de ellos chupa el dedo de su madre buscando alimentarse, sucicona el veneno y la despierta.
  • El padre de Bella le promete a la Bestia entregarle el primer ser que llegue a recibirlo si lo deja libre, esperando que fuera su perro, pero cuando es su hija quien se adeolanta, aún así decide cumplir su promesa.
  • En el cuento de la Princesa y el Sapo, éste nunca le dice que es un príncipe, pues el requisito para ser desencantado era que el beso debía de ser totalmente desinteresado.
  • En Aladino, cuando el mago - que no era visir - la engaña para recuperar la lámpara, ella se disfraza de mendiga y le da un somnífero para que su esposo pueda recuperarla. De hecho, el mago la recupera haciéndose pasar por un mercader que cambiaba lámparas viejas por nuevas.

Y estos son sólo algunos botones de muestra. Un análisis más profundo no dejaría realmente sorprendidos.