Recibe el nombre de fan-film cualquier cinta hecha por aficionados, o gente que no pertenece a ningún estudio o empresa dedicada a esta técnica. Usualmente, se le suele llamar así a los realizados sobre alguna franquicia existente, sin tener los derechos como tal, pero no es siempre el caso. Existe una gran cantidad de los mismos con historias originales, excelente producción y actuaciones que no le piden nada a los estudios de Hollywood.
Si somos precisos, el cine inició como un trabajo de fan-films: Antes de que existieran los estudios propiamente dichos, todas las cintas eran elaboradas por aficionados, y muchas de las grandes empresas comenzaron de ese modo. De hecho, existieron pequeñas producciones desde hace años, pero la caída de costos que implicó la aparición de la tecnología digital ha hecho que este fenómeno sea mucho más común.
En algunos casos - sobre todo en Oriente - muchos directores reconocidos han hecho sus propios fan-films. En esos casos, son aquellos que producen con sus mismos recursos, de forma independiente a los estudios, y las más de las veces, sobre temáticas que no son muy comerciales, o que los estudios encontrarán delicadas.
En la actualidad, muchos fan-films han llamado la atención de los grandes estudios, y han sido puertas de entrada para grandes realizadores. Tim Burton, por ejemplo, llegó a Hollywood gracias a su trabajo de aficionado.
Te dejamos ahora con Batman: Dead End, un corto de aficionados que logró incluso llamar la atención de las grandes productoras.