Los géneros mayores

Siendo prácticamente parte de un mismo origen, el cine y el teatro tienen más características en común de lo que pareciera, aunque en este primero, por sus mayores posibilidades visuales, ha aumentado mucho el alcance de algunos conceptos, mientras otros se han quedado atrás. Uno de estos puntos, que muchos analistas - y creadores - de cine suelen pasar por alto, pero que esbásico para entender una historia, son los llamados géneros mayores, que son de donde se desprenden todos los demás.
Reciben ese nombre porque todos los demás géneros, ya sea de teatro o de cine, son derivados de éstos. Los mismos son cinco, y muy fáciles de identificar.

• Tragedia: Es aquel en donde el protagonista debe de enfrentar un dilema que tendrá un efecto enorme, y que cambiará totalmente ya sea su vida, o el destino de un país o región. El protagonista usualmente fracasa o muere, pero siempre encuentra una revelación o epifanía antes de ello. El destino juega usualmente un papel muy importante.
• Drama: El protagonista también se enfrenta a un dilema, pero aquí es más importante la parte interior del mismo, su conflicto y cambios de percepción, que los aspectos externos. Usualmente termina con vistorias parciales, o soluciones que no implican una gran mejoría, aunque interiormente siempre plantean una liberación del individuo.
• Melodrama: En éste, los conceptos dle bien y el mal están mejor definidos, y se marca una lucha entre ambos. El protagonista enfrentará una serie de retos, pero al final acabará triunfando simplemente por su virtud. Es el típico happy ending.
• Comedia: Son situaciones graciosas y humorísticas, pero que pueden pasar en la vida real, o cuando menos tienen una coherencia. Usualmente son burlas de situaciones sociales o estereotipos existentes.
• Farsa: Son también situaciones humorísticas, pero que puedne caer en el absurdo y la falta de lógica. Se basan mucho en el uso de estereotipos y situaciones ajenas a cualquier realidad.
  Todos los demás géneros se derivan de alguno de ellos, forzosamente. Una obra de ciencia-ficción, por ejemplo, estará dentro de alguno de estos cinco, sin importar que elementos fantásticos pueda tener.