Los muchachos no lloran. Boys Don´t Cry. USA (1999)
- Dir: Kimberly Pierce
- Reparto: Hillary Swank, Chloe Sevigny, Peter Sarsgaard
Calificación 4.5 estrellas
Esta película se proyectará el viernes 25 de septiembre como parte del ciclo Cine y diversidad sexual del CECASH . La cita es en Niza 74, int. 201 a las 18:00 hrs. Si requieren más informes, comunicarse con Felipe Varela: felipe.varela.ojeda@gmail.com
Los muchachos no lloran es una de esas extrañas películas que logran conmoverte con una historia verdadera, que no recurre a los clichés ni estereotipos melodramáticos para lograr empatía, que no necesita dramatizar de más para convencer.
La película cuenta la historia real de Brendan Tenna, una adolescente travestida que siempre ha vivido como hombre. La intolerancia a su alrededor y el amor que siente hacia una joven del pueblo, hacen que estallen los sentimientos más intolerantes de una comunidad rural y conservadora. Tenna es asesinad@, de manera brutal por quienes no pueden entender lo que es diferente.
Pero contrario a lo que pudiera pensarse, la película dista mucho de retratar un ambiente trágico todo el tiempo. En realidad Tenna en voz y presencia de Hillary Swank, logra mostrarnos el lado más optimista de quien no tiene miedo de ser lo que es y como es. Incluso en medio de la intolerancia, Tenna no solamente no llora: nunca se plantea el dilema de que ser diferente es sinónimo de debilidad.
Una extraña manera de mostrar lo mejor de ambos mundos: la sensibilidad femenina y la practicidad masculina. Plantear el reto de entender las diferencias culturales de ambos géneros, es quizás el mejor acierto de contar una historia tan trágica.
Lo mejor:
- Una muy jovencita Hillary Swank en un papel grandioso que le vale un Óscar de manera muy merecida. Un actuación que entra con todo derecho a lo más memorable de la cinematografía mundial.
- El resto del elenco joven también es muy destacado. Sevigny era ya a estas alturas, experta en protagonizar adolescentes en medio de conflictos graves.
- La mirada femenina de la directora tiene el acierto de retratar a Tenna asumido como hombre, pero siempre consciente de su lado femenino. Un tono que quizás solo una mujer podría conseguir al filmar una película tan díficil y controvertida.
Lo peor:
- El ritmo puede parecer lento. Lo malo de películas donde a fin de cuentas todos sabemos en que acaba, es que tienen que darnos algo más del desarrollo lógico de la historia para mantenernos interesados