Este es un término muy común en la cinematografía, aunque no del todo exacto. Reciben ese nombre los actores cuyos papeles son demasiado pequeños para figurar en los créditos principales, pero más importantes que un extra. Reciben ese nombre porque, originalmente, se referían a aquellos con menos de seis líneas en su papel. Sin embargo, este punto es muy relativo. Boba Fett, por ejemplo, no dice más de seis líneas en toda la trilogía, pero no por ello deja de ser uno de los personajes clave.
Usualmente, un sixliner es aquel que tiene una participación corta, que figura en los créditos, pero que usualmente no tiene nombre, aunque hay excepciones. Si bien no suelen ser muy reconocidos, algunos de ellos se vuelven célebres por sus escenas, y pueden ser claves en el desarrollo de la historia. Un ejemplo excelente es el Emisario Persa, que se ganó su lugar en la trama a pesar de su corta aparición en 300.