Uno de los géneros infaltables dentro del cine - y en general dentro de la narrativa - es el detectivesco. La cantidad de investigadores que han existido dentro de la pantalla han sido varios, pero curiosamente, la gran mayoría cae en un grupo de cuatro estereotipos bien definidos. En esta ocasión, analizaremos a estas cuatro categorías, y seguramente reconocerás a muchos de tus favoritos.
- El victoriano: Elegantes, cultos y educados, se caracterizan por su enorme capacidad de observación, una cultura casi enciclopédica y modales sumamente refinados. Si bien som afables y atentos, no suelen ser muy comunicativos, y generalmente no expresan sus conclusiones sino hasta estar seguros. A pesar del nombre, no tienen que ser británicos del siglo XIX, aunque Sherlock Holmes sigue siendo el mejor ejemplo.
- El hardboiled: Surgido directamente del pulp, son personas cínicas, amargadas y secas. No son personas de buenos modales, y usualmente son ariscos en su trato. No temen usar armas, pero no suelen ser muy controlados al respecto. No temen mencionar sus conclusiones antes de tener algo definitivo, aunque suelen callarse si éstas resultan equivocadas. El ejemplo más claro en el cine es Sam Spade, de El Halcón Maltés.
- El amateur amistoso: Generalmente son adolescentes, ancianos o cualquier perfil que parezca inofensivo y poco amenazador. Generalmente son sociables, hacen preguntas discretas y dejan entrever sus conclusiones originalmente, pero sin dar nada definitivo hasta el último momento. No son dados a los enfrentamientos físicos, y en general suelen sorprender con sus conclusiones por lo súbito de éstas. El mejor ejemplo es Miss Marple.
- Los pícaros: Son aventureros, caza-recompensas y oportunistas, y generalmente la gente no los considera útiles hasta el momento que muestra sus conclusiones. No utiliza casi armas, pero son muy buenos peleadores a mano libre. Usualmente son personas en sus veintes, sin mucha preparación académica, pero bastante en el ámbito práctico.
¿A cuáles más detectives de ficción recuerdas?