En estos momentos, el público mexicano está literalmente pavoneándose de orgullo ante las victorias de los mexicanos en los premios óscares, sin ponernos a ver que, tras de esa situación, tenemos muchas cosas que analizar, y la gran parte de ellas que dejan muy mal parada a la industria cinematográfica nacional.
Es un hecho que México tiene excelentes instalaciones cinematográficas, al grado de que son muchos los países que prefieren filmar aquí, pues además de las facilidades, nuestros técnicos son reconocidos por su excelente trabajo. Por otro lado, la gran cantidad de actores y directores que han demostrado tener un enorme talento, desde Lupe Velez a la fecha, nos deja muy en claro que tenemos todo para poder ser una potencia dentro de este medio. La pregunta es ¿Por qué esta gente tiene que emigrar para que su talento sea reconocido?
Es un secreto a voces que el cine mexicano, como casi todos los aspectos de este país, se mueve por medio de padrinazgos: Si la gente no tiene el contacto adecuado, nunca llegará lejos, no importa que tanto talento tenga. Y si a eso le sumamos que existen una gran cantidad de vacas sagradas, que se encargan de bloquear a todos aquellos que pueden ser una competencia para ellos, nos hace ver que es muy necesario revisar el cómo se hace cine en México. A menos que se dé un cambio en el medio, y pronto, seguiremos viendo a los mexicanos triunfar fuera de su tierra.