Ahora que a Mario Vargas Llosa le dieron el Premio Nobel de Literatura (que vale menos después de que le dieron el de la Paz a Obama-bin-Laden) me gustaría platicarles acerca de una muy buena película que tuve el gusto de ver hace un par de años, basada en un libro suyo: "Pantaleón y las Visitadoras".
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=E0i6kGCI3zE&w=640&h=380]
Pantaleón Pantoja (después conocido por el cuerpo de visitadoras como "Don Panta") es el militar y administrador perfecto. Es el ideal de la disciplina, el profesionalismo y el compromiso con el ejercito. un registro militar perfecto, promedio cerrado de 10 en la escuela militar de administración y un excelente esposo. Abstemio, limpio y disciplinado. A base de trabajo duro, estudio concienzudo, y control estadístico de la calidad es capaz de cumplir con cualquier misión que el departamento de aprovisionamiento del ejército peruano le asigne. Es decir, no es Rambo, sino es el que se encarga de que nunca se le acaben las balas y granadas, y que cuando el helicóptero aparezca, un misil tierra-aire personal este a la mano, listo, y con baterías nuevas.
¿Su nueva misión? Las tropas de la Amazonia Peruana requieren de medidas extremas de control. El estar en la selva húmeda, con el calor penetrante, la comida exótica, y las mujeres guapas cerca los lanzan a ataques sexuales sobre la población civil. La solución de los jefes, crear el "Servicio de Visitadoras para Guarniciones, Puestos de Frontera y Afines (SVGPFA)". Las visitadoras, en resumen, son prostitutas para que les bajen las hormonas a la tropa, y dejen de violar mujeres. Y a Pantaleón le toca conseguir, organizar y facilitar el cuerpo (doble sentido intencional).
Pantaleón Pantoja no solo cumple la misión, sino la lleva a niveles de excelencia y organización maravillosos, cómicos de tan buenos, mientras toma el papel de "chulo" y se transforma, congruente con su propio compromiso con su misión, en algo que no es, con consecuencias desastrosas.
En el libro "El Principio de Peter" se menciona que es tan malo ser super competente como ser incompetente. Ese es el caso de este militar, que es víctima de su éxito en una latinoamérica tan similar, desde el Bravo hasta la Patagonia, que nos es perfectamente posible imaginar a Panta llevando a las visitadoras en su barco por los ríos de Chiapas. Y dentro de las risas nos damos cuenta que todos nosotros podemos permitir todo, excepto a alguien profesional y exitoso, que cuando le tenemos enfrente debemos, cual cangrejos en cubeta, derribar y destruir.
La película, simple y con los recursos limitados del cine latinoamericano, es sin embargo hecha con cuidado y calidad. La historia y la exhibición de las hipocresías e idiosincrasias de nuestra Latinoamérica nos mantiene riendo, a la vez, que por dentro, nos sentimos un poco mal por nosotros, por Pantaleón, y por Latinoamérica toda.
Y el final. Dulce y triste. Suave y lento. Hermoso.
Muy recomendada. Eso si, quizás no es adecuada para novias o esposas inseguras, que pueden leer el mensaje equivocado en algunos momentos de la cinta.
Datos Técnicos