Las películas de clase B son prácticamente una característica definitoria de la década de los sesentas, aunque en realidad han existido desde siempre. Con esa idea en mente, el director Tim Burton lanzaría en 1996 uno de los mejores homenajes al género: Mars Attacks!. Basada en una colección de tarjetas de los años sesentas, con un elenco de primer nivel y un gran despliegue de efectos especiales. Un detalle curioso, que pocas personas parecen notar, es que aunque los marcianos están hechos en CGI, se buscó que sus movimientos fueran lo más semejante posible a muñecos de goma, tal y como se hacía en aquellos años.