Más acción para Liam Neeson: Garganta Profunda

| |

Parece que Liam Neeson tiene claro que lo suyo es el cine de acción y próximamente comenzará la producción de su próxima película, que llevará por título Felt y en la que el actor interpretará al informador conocido como Garganta Profunda, el seudónimo utilizado por William Mark Felt, número dos del FBI en la época en que se destapó el caso Watergate. La verdadera identidad del informador se mantuvo en secreto durante más de 30 años, hasta que en 2005 el agente reveló su identidad. La cinta se centrará en la vida personal y profesional de Felt y como sacrificó todo lo que tenía (su familia, su carrera, su libertad...) en favor de la justicia.

De la dirección, el guión y la producción se encarga Peter Landesman. MadRiver Pictures financiará y producirá junto con Scott Free Productions, Playtone y Cara Films.

Garganta Profunda

La identidad de 'Garganta Profunda', el hombre que destapó el escándalo Watergate que acabó con la dimisión del presidente Richard Nixon en 1974, ha sido la fuente anónima más famosa de la historia de Estados Unidos y del periodismo.

De hecho, su nombre no debía haberse conocido hasta después de su muerte, que ha tenido lugar el 18 de diciembre de 2008 en un hospital de Santa Rosa, en California, donde vivía con una de sus hijas.

Sin embargo, Mark Felt, el número dos del FBI en los años 70, decidió revelar su identidad en un artículo en Vanity Fair en el año 2005 animado por su familia que le convenció de que el pueblo americano le consideraba un héroe.

¿Pero quién era Mark Felt? ¿Cómo era aquel hombre que calló durante 30 años? 'Garganta Profunda' nació en 1913 en Twin Falls, en el estado de Idaho. Según la revista que dio la primicia de su identidad, era un hombre extrovertido y ambicioso de "origen modesto".

Se graduó en la Universidad de Idaho y llegó a ser presidente de su fraternidad, según detalló la cadena ABC en el perfil que escribió sobre Felt cuando se conoció su identidad.

Después de su paso por la Universidad de Idaho estudió leyes en la Universidad de George Washington y se casó con su compañera de carrera Audrey Robinson.

Ingresó en el FBI en 1942 y consiguió ascender hasta convertirse en el número dos con Nixon en la Casa Blanca. Una de sus actuaciones contra la mafia de Kansas City le ayudo a subir peldaños dentro de la organización.

"Su estilo sucinto cautivó al director del FBI J. Edgar Hoover", según explica la ABC. Pero Felt no consiguió ser número uno y eso le pudo llevar a revelar al entonces reportero novato del Washington Post Woodward el allanamiento de las oficinas del Partido Demócrata en Washington durante la campaña electoral de de 1972.

Cuando Hoover falleció en mayo de ese mismo año cuando Felt era ya el número tres del FBI. El número dos entonces estaba enfermo, por lo que Felt pensó que era su oportunidad. Sin embargo, Nixon designó a Patrick Gray como director en funciones.

Supuso una gran decepción para Garganta Profunda, según explicó Woodward en el artículo que publicó explicando como Felt llegó a ser Garganta Profunda cuando se conoció quién era realmente.

En Todos los hombres del presidente, el libro que escribieron Woodward y Berstein describieron a Garganta Profunda como un hombre "dispuesto a reconocer sus debilidades, consciente de sus errores. He podía ser pendenciero, beber demasiado. No era bueno disimulando sus sentimientos, algo no recomendable para un hombre en su posición".

El libro fue llevado luego a la gran pantalla con el mismo nombre y con Robert Redford y Dustin Hoffman como Woodward y Bernstein.

Paradójicamente, en 1980, Felt fue condenado por haber autorizado nueve allanamientos de morada contra miembros y familiares del grupo terrorista de extrema izquierda Weather Underground.

Sin embargo, un año más tarde fue indultado por el presidente Ronald Reagan.

Felt siempre fue considerado como una de las personas cercanas al Gobierno de Nixon que podía ser Garganta Profunda, pero él siempre lo desmintió. Lo negó hasta que decidió revelar su identidad a la revista Vanity Fair en 2005.

El abogado amigo de la familia que escribió el artículo en el Vanity Fair, John O'Connor, afirmó entonces que "Mark quiere el respeto de la gente, y quiere ser reconocido como un hombre bueno".