Entre los años setentas y principios de los ochentas, surgió dentro del cine clase B el llamado género explotaition, en donde se elegía una situación particular, y se presentaba de manera estereotípica y utilizando los aspectos más sórdidos del mismo. De ahí surgión el blaxploitation - cine de las comunidades negras - sexploitation- cintas crudamente sexuales - y otros por el estilo. Una de ellas, quizá la menos conocida en Estados Unidos, fue el llamado mexploitation, aunque en nuestro paìs fue uno de los momentos claves de nuestra cinematografía.
Surgido en los primeros años de los ochentas, inicalmente para consumo nacional, eran cintas que se basaban en un ambiente rural, tomando los temas usuales del western, y transfiriéndolos a la época moderna. En aquellos años, el narcotráfico no era un tema tan relevante, por lo que las historias giraban sobre caciques que oprimían a un pueblo, y un pistolero solitario que buscaba impartir justicia. Fue un poco más adelante, que los narcos comenzaron a tener roles dentro de las mismas, pero siempre como villanos. El periodo del narco-cinema estaba aún muy alejado.
A pesar de deberle mucho temáticamente al western, su lenguaje visual y narrativo tomada prácticamente toda la línea de los testosterone movies, que estaban de moda en aquellos años en Estados Unidos. Gracias a ello, algunas de estas cintas se distribuyeron entre la población hispana de la frontera de Estados Unidos, creándose un pequeño círculo de culto en esa zona.
Entre los nombres más ligados a esta corriente están el mismo Mario Almada, Hugo Stiglitz, Sergio Goyri, Valentin Trujillo, Jorge Reynoso, Rodolfo de Anda, Fernando Almada, Rosa Gloria Chagoyán y David Reynoso.Aunque el mismo pedió popularidad en los años noventas, su influencia sigue siendo notables. Directores como Robert Rodriguez y Quentin Tarantino han reconocido la influencia que las mismas han tenido en su trabajo.