Mirando estrenos… tres semanas después

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No existe nada peor en este mundo que ver una película tres semanas después de su estreno.
Oh mentira exagero, es por este tipo de declaraciones mías que la gente presupone que mi vida es tan simple, que mi única queja contra el mundo es que voy al cine a destiempo. Bueno, déjame decirte que no es así, yo no tengo una vida simple; existen varias razones científicas que demostrarían como ley mi hipótesis inicial, pero dejare de hablar de mi vida complicadamente simple que a ti simplemente no te interesa.

Bien, continuando mi idea y antes de seguir en rollos que ni al caso yo estaba diciendo que es realmente terrible asistir a una función de cine, pues, ver una película cuando ya tienen más de 2 semanas de estreno, que digo, cuando tiene dos días que se proyecto en una sala cinematográfica. Creo deberían recortar los tiempos de exhibición de las películas de 2 largos y tortuosos meses en los que dices “el próximo viernes voy”, “el domingo la veo”, “ahora si voy el miércoles” para terminar repitiendo en ciclo estas frases poco originales que parecen de disco rayado. Ja, por cierto, chistoso como seguimos usando viejas expresiones que al día de hoy ya no tienen razón de ser, ya no existen los discos de vinilo, bueno habrá quien si tenga pero eso está en desuso, entonces como las generaciones nuevas, inclusive yo, podrían comprender o relacionar en su mente el concepto de “disco rayado” ¿acaso alguien escucho un disco rayado real?, supongo que no, a menos claro está, que tengas 40, sí es así, usted disculpe.

Lo que digo, es porque proyectan tanto tiempo las películas; si después del primer fin de semana en el que se estreno, las salas solo tendrán ocupadas la mitad de su capacidad y ocupadas por gente despistada que no se sabe ni en qué día vive, mmmm, no creo que sea gente despistada, a lo mejor sí, probablemente sean personas muy ocupadas que no pudieron asistir al estreno, o solo tal vez no alcanzaron lugar para la premier, o más bien los planto su acompañante y por miedo a asistir públicamente solos a un evento social declinaron su asistencia y prefirieron asistir cuando nadie vea que van solos y evitar ser objeto de la censura social.

Sería interesante no lo creen. Imaginen que pasaría si las películas solo tuvieran dos días de exhibición, además de los llenos totales y peleas por comprar los boletos haciendo preventas y formados toda la noche para comprar un boleto de “Scream 15”; las salas siempre estarían llenas convirtiendo el negocio del cine en una industria millonaria que produce docenas y docenas de filmes al año, existirían festivales de cine y los actores que salgan en ellas serían mega estrellas, MOMENTO ESO YA PASA jajajajajaja. Bueno lo único que pasaría si las películas se vieran durante dos cortos días sería que así, sí, visitaría el cine cada fin de semana, en vez de postergarlo para la siguiente semana eternamente. O simplemente nunca vería cine.

Hay quien dice que su mejor aventura es la que está por venir, pues yo digo siempre el próximo viernes voy al cine a ver el estreno de cartelera.

Lo otro muy malo, realmente malo de ver películas cuando ya todos la vieron, además de quedar como tonta por no seguir el tópico cinematográfico de la conversación, es que ya todos me contaron la trama, quitándole suspenso y emoción a la movie. Eso de saber que va a pasar y de alguna forma conocer la historia te predispone a no disfrutarla, a no sorprenderte.
Que lo hubieras evitado si hubieras asistido el día de la premier para que nadie te la cuente.

Creo que la moraleja es, espera de nuevo, no hay moraleja esto es tonto y no debería sobrepasar la cuartilla de un análisis.