Mujeres asesinas. La versión mexicana de Pedro Torres.

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 Él próximo jueves se estrena en México en el canal 5 de televisión abierta, la serie Mujeres asesinas. Se trata de la versión mexicana de la serie original argentina, donde ha sido todo un suceso televisivo que va por ahí de la tercera temporada.

La versión mexicana, producida por Pedro Torres, ya ha sido transmitida en televisión de paga, pero ahora llegará a más espectadores, aunque se dice que serán versiones censuradas de los episodios.  Hay una contradicción profunda  en esta  disposición: el horario de las 11:00 de la noche, ya indica que es apta sólo para adultos. ¿O es que los niños pobres que no tienen cable, se desvelan más? Si Televisa tiene datos acerca de los habitos de sueño de la población sin cable, ojalá los publicara, seguramente serían de interés para la comunidad científica.

Pero bueno, el caso es que se espera romper todos los niveles de audiencia ya que la expectativa que la propia Televisa ha generado alrededor de la serie es sumamente alta. A través de una agresiva campaña en todos sus espacios, ha elogiado  todos y cada uno de los 13 capítulos que conforman la primera temporada, ha derrochado admiración hacia las actrices, los libretos y la producción. Buscando información para escribir este post, la verdad no  encontré  críticas serenas y objetivas sobre la serie, y salvo algunos comentarios neutrales, en general se habla de ella como una enorme apuesta renovadora  para la televisión mexicana.  Pero como disentir es un derecho, y hay que ejercerlo de vez en cuando,  me permitiré  externar mi opinión sobre el asunto.

En primer lugar, el proyecto no podría considerarse tan revolucionario tratándose de un remake o refrito en su acepción más popular. Y esta condición podría pasarse por alto, si no fuera porque confirma la sospecha de que en Televisa ya no se están haciendo  apuestas por proyectos originales. Telenovelas y series en las que se ha invertido presupuesto y han resultado exitosas son originarias del Cono Sur: desde RBD hasta Los Simuladores. Ello por lo tanto ya no puede llamarse experimento, claramente dibuja una tendencia. El punto es que Televisa tiene el monopolio televisivo más grande de habla hispana, y es de llamar la atención que no tenga la capacidad de liderear el mercado con contenidos y propuestas propias.

En segundo lugar, en la comparación con la versión argentina, la verdad es que la mexicana pierde casi en todos los rubros, exceptuando el de el dinero invertido en la producción. La versión de Pedro Torres no escatimó dinero, la calidad es muy superior, filmada en formato de cine y alta definición. Cada capítulo significó un trabajo diferente de producción donde no hubo regateos económicos. La versión argentina es muy rudimentaria en comparación. Pero solamente en eso. El equipo de producción -que ya se había anotado un éxito internacional con la serie de Epitafios- logra hacer que sean las historias y las actuaciones las que lleven el peso de atrapar al espectador. Por cerca de tres temporadas desfiló lo mejor de la actuación del Cono sur, desde Cecilia Roth hasta Dolores Fonzi.

En México - en cambio- se optó por echar mano del extenso Star System egresado de CEA. Con las muy honrosas excepciones de María Rojo, Isela Vega, Damayanti Quintanar y Cecilia Suárez, todas las demás protagonistas tienen una amplia trayectoria en las telenovelas de Televisa. La falta de oficio de quien sólo ha participado en trabajos donde todo está diseñado para que se luzca, resulta más que evidente. Y aunque algunas pudieron dar la sorpresa, la mayoría desmostró que no son nada sin apuntador, director a modo, maquillista y vestuarista especializado.

La cosa es que en México hay actrices que pudieron participar y no fueron consdieradas: ¿que hay de Vanessa Bauche, Maya Zapata, Dolores Heredia, las Anas ( Serradilla, dela Reguera, Talancón) Angélica Aragón? ¿Quién elige en cambio a Irán Castillo, Leticia Calderón, Nailea Norvind, Itati Cantoral? Y no crean que falta tiempo para incluirlas a todas: ya se anuncia que para la próxima temporada estarán Chantal Andere, Silvia Navarro, Gloria Trevi y repite Verónica Castro.

Y bueno, los casos de Verónica Castro y Lucía Méndez merecen un comentario aparte. Que Televisa nos haya hecho creer que ambas son divas y primeras actrices no significa que de verdad lo sean. Sobreactuadas, mal dirigidas y poco creíbles, tuvieron que recurrir a la foto juntas para generar expectativa y subir el rating. A veces aprendes algo a fuerza de hacerlo, pero parece que no sucedió así en estos dos casos: tantos años de parafernalia televisiva parecen no haber dado resultado.

Descontando los casos de las que sí han actuado antes (Rojo, Vega, Quintanar y Suárez), la mayor sorpresa de la serie es sin duda Daniela Romo. Haciendo uno de los personajes mas díficiles y controvertidos de las trece historias, la Romo no solo puede con el paquete, en realidad construye un excelente personaje. Además hay que decir que a ella le toca uno donde se ejerce dominio femenino a la mala manera. Agresiva y violenta, muestra un lado poco conocido del fenómeno, aquel donde se mata por la simple y sencilla razón de que se puede.

Y finalmente, a manera de conclusión, lo más grave de todo es que se hace banal un asunto tan delicado. Y aunque lo desarrollaré en otra ocasión, si quisiera decir que para la versión mexicana hubiera sido bueno usar los muchos y estrujantes casos mexicanos que existen - una muestra de ellos están en el libro de Padgett- o abarcar el espectro de la femeneidad incluyendo la homosexualidad ( servido Felipe!) , pero sobre todo dejar en claro una cosa: que en México son a las mujeres a las que matan.  La dolorosísima cifra  de las de Juárez, no es mas que una pequeña muestra de la violencia que se ejerce sobre las mujeres en nuestro país.

En fin, que si te gustaba Mujer casos de la vida real, te encantará Mujeres asesinas.