Generalmente, toda película policiaca que se precie, requiere de algún crimen para iniciar, pues de otro modo, no podría desarrollarse la historia. Sin embargo, en Murder of a Cat, la directora Gillian Greene logró quitarse de encima este "inconveniente", al narrarnos la historia de un hombre que trata de descubrir al asesino de un gato, algo que, cuando menos legalmente hablando, no sería delito. La trama logra establecer un curioso paralelismo entre las historias de policía con los conflictos de una zona habitacional, en donde cada uno de los vecinos tiene un motivo, y las sospechas se van acumulando. La película logra trasladar al microcosmos de la vida diaria toda la trama social, en donde podemos ver reflejados muchos de los elementos sociales en una escala menor, pero no por ello menos significativa. La misma estará estrenándose este fin de semana en los Estados Unidos, y si bien no hay datos para su estreno en México, es muy posible que la veamos en carteleras próximamente, y es una cinta que no debemos de perdernos si tenemos la oportunidad.