Nación Z: la otra serie de zombis

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Recientemente se estrenó la temporada 3 de Z-Nation (Nación Z) en Netflix. La serie de SyFy creada por Karl Schaefer y Craig Engler, comenzó a emitirse en Estados Unidos el 12 de septiembre de 2014, cuando The Walking Dead estaba en su cuarta temporada, por lo cual fue inevitable compararlas.

Nación Z cuenta las aventuras de un grupo de “héroes” y en algunas ocasiones “antihéroes”, que tres años después del apocalipsis zombi, se unen para trasladar a un hombre inmune al virus desde Nueva York hasta California, con el fin de obtener una vacuna de su sangre.

Tanto para los críticos como para los seguidores de The Walking Dead no fue difícil encontrar fallos a la nueva propuesta sobre zombis. Sin embargo, todas las opiniones en contra apuntan básicamente a lo mismo: No existe orden en el argumento. Sólo se coloca a los personajes en situaciones absurdas para ver cómo las resuelven.

"Absurdo" es aquello contrario a la razón, que desafía la lógica. De acuerdo, en Nación Z ocurren cosas difíciles de sustentar. Las necesidades del grupo están cubiertas casi mágicamente, lo mismo si se trata de conseguir alimento, bebida, sanar sus heridas, conseguir fármacos o un medio de transporte.

Pero, para que una trama funcione no necesita ser “realista” o lógica, basta con que sea verosímil. Si aceptamos un grupo de premisas, en este caso, que un cadáver puede reanimarse, que carece de voluntad propia, que se guía sólo por el impulso del hambre, entonces se pueden desprender de ellas muchas consecuencias.

Tan absurdo puede resultar creer en la posibilidad de zombis en The Walking Dead como en Nación Z. The Walking Dead toma a los zombis como pretexto para tratar problemas humanos como la amistad, la familia, la traición, etc. Y por ello muchos seguidores asumen que es “realista”, pero una vez aceptado que son posibles los “caminantes”, se parte del absurdo.

"Zombie" es un término de la lengua inglesa que, comenzó a usarse para señalar a un cadáver que, a través de algún medio ha sido reanimado. El tema de muertos que regresan a la vida puede dar para verdaderas obras de arte, como el caso de Frankenstein de Mary Shelley, o para alimentar nuestra fe, como en el caso de Lázaro y demás resucitados bíblicos. ¿Por qué sólo resulta absurdo si se trata de un bebé zombi, un perro zombi e híbridos de plantas y zombis?

Nación Z sólo explota estas premisas de una forma sumamente entretenida. Si un cadáver puede reanimarse, no tiene que ser solamente humano. Si el zombi no tiene voluntad propia, cualquier otro puede controlarlo. Si la única motivación del zombi es comer, los vivos deben hacer lo posible para no ser parte del menú.

Nación Z promete zombis y lo cumple en cada episodio (no como otras). Hay gore al por mayor, y el humor negro es su máximo recurso para mantener a la audiencia entretenida. Dejando a un lado las pretensiones filosóficas y científicas, Nación Z juega con las múltiples posibilidades que permite creer en zombis.

Con personajes bien definidos y estupendamente interpretados, la serie es tan sólida como The Walking Dead, con la diferencia de no ser tan predecible, pues cuenta con giros inesperados desde el primer capítulo, situaciones disparatadas y, sobre todo, sumamente divertidas. No te la puedes perder. Y si ya la has visto, dinos con cuál te quedas ¿The Walking Dead o Nación Z?