El siguiente es un caso verídico y por obvias razones mantendré en anonimato al protagonista de esta historia al cual llamaremos Lisa S. no mejor L. Simpsons; NO de que rayos hablo no es una ella es un él y lo llamaremos Señor X.
Resulta pues que el Señor X un joven exitoso, simpático y trabajador tiene un severo problema de hipocondría toda enfermedad que existe en el mundo él la tiene, son tantos y tan frecuentes sus achaques que puede ser que yo y el mundo nos equivoquemos y no sea un hipocondríaco más, sino una extraña enfermedad que solo puede diagnosticar el tan afamado Dr. Gregory House, pero llegar a House es muy difícil además del hecho que no existe claro esta.
Este singular doctor, no acepta cualquier tipo de casos, no le gusta el trabajo de clínica, odia a las personas comunes, sin chiste y sin pizca de inteligencia, es más, se pudiera decir que no le interesa en lo más mínimo el bienestar de ningún otro ser humano en el planeta (¡Paréntesis para hacer un comentario subjetivo personal e irrelevante! Tengo una extraña fascinación por esta peculiar conducta, House vive en su mundo sin importarle o preocuparle un rábano los demás vive en su mundo oscuro y retorcido en el cual de alguna forma es feliz, ha claro ¡Vicodin!, vive sumergido en lo que muchos llamarían miseria e insano modus vivendi, pero por favor díganme quien vive en el país de las maravillas) a House lo que le gustan son los retos, los desafíos, los misterios y romper los paradigmas, y por supuesto que al resolver estos misterios termina haciendo algo bueno, y que fascinante es el modo en que opera su cerebro.
Aunque a este doctor no le importes un bledo seguro te repara, por eso mi amigo el Señor X, debería buscar una consulta para que de una vez por todas lo arreglen, seguro solo podrá ingresar al departamento de diagnostico de House si logra captar su imaginación; por lo pronto este doctor ya capturo la mía.