Cleveland es una ciudad más bien fea, algunos dirían que venida a menos, con el declive del acero ni eso le queda, aparece en listas de las ciudades más aburridas de los Estados Unidos (aunque eso también tiene un lado positivo), y el deporte había sido brutal con ellos, los Browns en la NFL siempre son el objeto de bromas más bien crueles, y por eso, desde la década pasada, la llegada del joven preparatoriano Lebron James había sido su esperanza, un dotado con la habilidad de Magic Johnson en el cuerpo de Karl Malone, una máquina de jugar al baloncesto, y llevó a sus Cavs a una final en 2007, cuando tenía la edad que otros jugadores tienen en su ingreso a la liga, y fue derrotado, unió fuerzas con sus amigos en Miami para ganar un título y sus fans lo querían matar, sus jerseys fueron quemados de manera muy pública, el banner que adornaba el costado de la arena fue removido, y en 2011 (Lebron lleva seis finales seguidas, y parecía que su record iba a ser decididamente perdedor) llegó a otra final, y la perdió, y ser el enemigo público #1 de la gente de Ohio, y el objeto de encono de muchos fans de la liga lo pusieron en severas dudas.

Pero, el triunfo lo cambia todo, en 2012 llegó de nuevo a una final, su tercera, y fue la vencida, por fin ganó, se quito un peso de su espalda, y convirtió a muchos de sus críticos en fans, en 2013 lo hizo otra vez, le arrancaron un título que parecía ser de los Spurs, quienes en 2014 se cobraron la ofensa y provocaron que Lebron volviese a Cleveland, con el compromiso de ser el hijo prodigo y darle por fin un título a la ciudad.
El amor volvió pronto, las palabras del dueño del equipo cambiaron su línea, el banner regreso a la arena, y Lebron y los suyos llegaron a una final, pero se encontraron al equipo que en base a analizar números ha determinado que usar la línea de tres es una manera mucho más eficiente de jugar, el small ball que Mike D'Antoni había propuesto en Phoenix y que le inventó una carrera a Amar'e Stoudemire (un gran error, pregunte en NYC) , también había sido usado con éxito por Erik Spoelstra para llevar metal a Miami, pero los de la Bahía están cambiando el juego, y entre el equipo de Oakland, y Lebron que por lesiones estaba sólo, la final terminó pronto.

Este año parecía que el récord histórico de los Warriors les daría el bicampeonato, fogueados en el oeste donde la competencia tiene un nivel muy distinto al del titubeante Este, jugar series tan largas les cobró factura, después de ponerse 3-1, lo que hasta ayer era sentencia definitva, Lebron cambió, dejó de ser un emulo de Magic Johnson y ya no hubo más asistencias, con ayuda de Uncle Drew evito la eliminación en tres ocasiones, contra la historia y todo pronostico, Lebron, de apenas 31 años tiene ya tres títulos y otro MVP de finales, uno de manera unánime, el Lebron de esta serie si está para compararlo con los más grandes.
https://www.youtube.com/watch?v=ZyGL6B7OH5A
After years of holding its breath, Cleveland can finally
breathe easy.
They always knew this day would come. They just didn’t
know when.
A curse broken.
A city can rejoice.
A city can rejoice.
Arrepentidos los quiere el Señor
LeBron James: “Cleveland, ¡esto es para ti!”
LeBron James, MVP de las Finales 2016