Nuevo fichaje para la secuela de The Conjuring: Madison Wolfe

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El rodaje ya ha comenzado y estamos recibiendo noticias desde el set de la secuela de The Conjuring. Hace algunos días informamos del primer fichaje para la tercera entrega de la saga de terror, la actriz Frances O'Connor, y hoy informamos del fichaje de la actriz Madison Wolfe, conocida principalmente por interpretar a una de las hijas de Woody Harrelson en la primera temporada de la True Detective.

Pero no es el único proyecto previsto para la actriz ya que ha tenido un papel en The Astronaut Wives Club y trabajará próximamente con Bryan Cranston en Trumbo y con Jennifer Lawnrence, Robert De Niro y Bradley Cooper en Joy. En la nueva película de terror se pondrá en la piel de una joven que está experimentando algo completamente inquietante que la lleva a la desesperación y a la locura. Frances O’Connor se pondrá en la piel de la madre de esta niña que ha sufrido algún tipo de embrujo.

El fichaje de Frances O'Connor

La primera entrega fue The Conjuring, la segunda entrega que fue un spin-off fue Annabelle y recientemente hemos tenido noticias de una tercera entrega que por el momento lleva el título de The Conjuring 2. La noticia sobre el primer fichaje que ha hecho este proyecto del que todavía se sabe bastante poco. La actriz Frances O’Connor tendrá un papel de peso en esta nueva película. Dicho personaje se basa en Margaret Hodgson, una mujer que vivía en Londres en 1977 con sus cuatro hijos, cuando dos de sus hijas afirmaron que habían sido acosadas por un fantasma.

También confirmamos que el director de esta nueva entrega será James Wan, quien estuvo a los mandos de la exitosa primera entrega. El presidente de New Line comentó lo siguiente recientemente sobre el cineasta y la secuela:

Tuvimos una gran experiencia con James en ‘Expediente Warren’ y teníamos una gran responsabilidad con su secuela.

The Conjuring

En 1971, Roger y Carolyn Perron (Ron Livingston y Lili Taylor) son un matrimonio que se traslada con sus cinco hijas a una granja en Harrisville. El primer día como propietarios resulta ser idílico a excepción del extraño comportamiento de su perro Sadie, el cual se niega a entrar y empieza a ladrar; por otro lado, una de las hijas rompe sin querer un tablón de la pared y descubren un sótano y una de las hijas (la menor) encuentra una caja musical extraña.

A la mañana siguiente empiezan a suceder cosas extrañas: Carolyn se levanta con moretones en brazos y piernas y descubre el cuerpo sin vida del perro. Al cabo de los próximos días, los fenómenos empiezan a manifestarse con más fuerza, como ejemplo: todos los relojes se paran a las 03:07 h. y empieza a escuchar ruidos extraños (como palmadas y risas) procedentes del sótano, en el cual se queda encerrada sin posibilidad de salir, puesto que nadie la oye gritar y su marido se había marchado a Florida. Justo en ese momento, Andrea (Shanley Caswell) ve como su hermana Cindy (Mackenzie Foy) parece tener una especie de sonambulismo hasta que se percata horrorizada de que encima del armario hay un espíritu que la agrede.

Tras los sucesos sufridos, Carolyn consigue contactarse con Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga), dos parapsicólogos a los que les pide ayuda con la “fuerza” que amenaza su vida y la de su familia. Tras aceptar encantados, inician una investigación para recabar pruebas de que la casa pueda estar poseída en caso de que fuera necesario un exorcismo, previa autorización de la iglesia.

Mientras investigan sobre el pasado de la propiedad, la pareja descubre que tiempo atrás, la casa perteneció a Bathsheba (Joseph Bishara), una mujer acusada por brujería durante el siglo XVIII y que ofreció al diablo su hijo como sacrificio antes de ahorcarse tras maldecir a todo aquel que entrase en su propiedad, la cual tenía una extensión de 200 acres hasta que el terreno fue dividido en pequeñas parcelas, en las que también se produjeron sucesos como asesinatos y suicidios.

Una vez regresan a la granja para continuar con las pruebas, Cindy vuelve a caminar dormida y descubre un acceso secreto tras el armario de la habitación de Andrea al cual accede Lorraine, quien acaba cayendo por un hueco al sótano donde se encuentra de frente con el espíritu de una mujer que parece ser Bathsheba. Por otro lado, Nancy (Hayley McFarland) es atacada por una fuerza invisible que la tira y arrastra con violencia del cabello.

Finalmente los Perron deciden marcharse a un motel mientras los Warren acaban con la investigación y les lleva las pruebas a los miembros de la iglesia con la esperanza de que den el visto bueno para realizar un exorcismo, sin embargo los párrocos les comentan que antes de hacer nada, deben recibir órdenes del Vaticano. No obstante, los problemas siguen, esta vez con los parapsicólogos, puesto que el espíritu de Bathsheba pretende atacar a la hija de estos (Sterling Jerins) a través de Annabelle (una muñeca que fue vista al principio de la película) hasta que Ed consigue salvarla antes de que reciba algún daño.

Mientras, Carolyn, tras ser poseída poco antes de abandonar la casa, se lleva a dos de sus hijas: Christine y April (Joey King y Kyla Deaver) de nuevo a casa con la intención de hacer una ofrenda de sacrificio, por lo que tanto los Warren como el resto de la familia Perron regresan a casa antes de que Carolyn (fuera de sí) consiga matar a Christine, aunque consigue escapar del cerco para intentarlo con April, por lo que Ed decide realizar el exorcismo por su cuenta a pesar de no estar autorizado, por su parte, Lorraine también ayuda en el proceso tras pedirle a la mujer que recuerde “un momento especial en su vida” para debilitar la presencia del espíritu permitiendo que Ed consiga llevar a cabo el ritual de manera satisfactoria salvando así a Carolyn y a sus hijas.

Tras volver a su casa después del jaleo, Lorraine le comenta a Ed que el cura acaba de recibir un mensaje del Vaticano en la que aprueban el uso del tan ansiado exorcismo a lo que Ed responde con: “a buenas horas…”. Sin embargo el mensaje no termina ahí, ya que tienen que ocuparse de otro caso en Long Island.

Annabelle

Prólogo

El film empieza con la misma secuencia vista en The Conjuring donde tres jóvenes eran entrevistados por Ed y Lorraine Warren sobre sus experiencias con una muñeca a la que habían llamado Annabelle y que supuestamente estaba poseída.

Un año antes

Tras la presentación, el argumento retrocede a 1970. John y Mia Form (Ward Horton y Annabelle Wallis) esperan a su primera hija. Mia es una amante de las muñecas, por lo que su marido le regala la muñeca que siempre ha estado buscando. Una noche mientras duermen, Mia escucha ruidos procedentes de la casa de sus vecinos: los Higgins (Kerry O’Malley y Brian Howe). Tras ver lo que sucede, John descubre que han sido asesinados, suerte que están a punto de correr cuando dos jóvenes (un hombre y una mujer) intentan matarlos hasta que la policía llega a su casa y acaba con el agresor no sin antes apuñalar a Mia, mientras la otra consigue suicidarse mientras sostiene a la muñeca en brazos. Las noticias confirman que uno de los asaltantes era Annabelle Higgins (Tree O’Toole), la hija desaparecida de sus vecinos y que al parecer se había unido a una comunidad satánica.

A pesar de las graves heridas, Mia da a luz a Lea, una niña sana, sin embargo esta le pide a su marido que se deshaga de la muñeca tras sufrir fenómenos extraños. Decididos a empezar una nueva vida, se marchan a un apartamento de Pasadena donde la mujer descubre una nueva “sorpresa”: la muñeca que su marido tiró al contenedor reaparece en una de las cajas de la mudanza y aunque atónitos por la extrañeza del asunto, esta la coloca junto a las demás. A partir de ese día experimentarán varios sucesos paranormales que amenazan tanto la integridad del bebé como de la pareja. El Detective (Eric Ladin), el cual estuvo investigando a los asesinos de los Higgins les comenta a ambos la historia del culto al que se dedicaban para ofrecerles un alma. Determinada a combatir la presencia, Mia acude a una librería regida por Evelyn (Alfre Woodard), la cual está especializada en lo paranormal desde que perdió a su hija en un accidente, esta a su vez le explica que tal espíritu pretende hacerse con el alma de Lea. A continuación recurren al Padre Pérez (Tony Amendola), quien se ofrece para llevarse la muñeca a la iglesia al creer que el espíritu que mora dentro de ella no tendrá el mismo poder dentro de la iglesia, pero lejos de la verdad, es atacado por una fuerza maligna que le lleva directamente al hospital, por otra parte, la muñeca desaparece misteriosamente. Ajeno a lo demás, Evelyn le explica a Mia su trágica historia sobre cómo intentó suicidarse al sentirse culpable por la muerte de su hija aunque matiza que a menudo escucha su voz diciéndole que “todavía no es su hora”.

El Padre Pérez por su parte le avisa a John que su familia corre peligro e intenta ponerse en contacto con Mia, sin embargo la presencia maléfica de Annabelle interfiere en la línea telefónica y son incapaces de comunicarse, al mismo tiempo se produce otro incidente sobre el espíritu: Evelyn es expulsada del apartamento y empieza a acosar a Mia, quien para más inri Annabelle le “arrebata” a su hija aunque no su alma. Fuera de sí intenta destrozar la muñeca, sin embargo la fuerza demoníaca le pide su propia alma a cambio de recuperar a Lea, lo que significa sacrificarse.

Finalmente John y Evelyn consiguen forzar la puerta e impedir que Mia salte por la ventana abortando el trato, sin embargo Evelyn toma la muñeca y salta en su lugar sabedora de poder expiar su culpa por el fallecimiento de su hija. Con su muerte, Lea vuelve sana y salva a los brazos de su madre, mientras ven desde su piso el cuerpo de la mujer sin la muñeca a su lado

Seis meses después

Medio año después, los Form vuelven a mudarse y se despiden del Padre Pérez. Por otro lado, una mujer busca el regalo perfecto para su hija que está estudiando enfermería. Tras ver a la muñeca Annabelle en la repisa se la compra a una de las dos estudiantes del principio de la película.

Antes de los créditos finales, un texto indica que la auténtica muñeca está en el museo de los Warren en una urna acristalada y el cual es bendecido por un sacerdote dos veces al mes.