Operación Valkiria (Valkyrie). USA - Alemania 2009
Algo pasa con las estrellas, pero le puse 3.5
Ayer estuvimos en la función de prensa de Operación Valkiria, previo al evento de gala de mañana jueves, donde incluso se dice que andará por ahí Tom Cruise. Y antes de que la nota sea la visita del actor, vale la pena hablar un poco de la película, que es finalmente el producto que Cruise nos viene a presentar.
El asunto ya se había llevado a la pantalla en otras ocasiones y en ésta, la nota relevante es la producción bien cuidada, las tomas bien hechas y el diseño artístico, que logra capturar la esencia de una época en los autos, los aviones, los vestidos, la música.
Con un escenario tan bien construido, la historia fluye sin tantas complicaciones, narrando la verídica hisotria de Claus Von Stauffenberg (Cruise) un militar con alto sentido patriótico que, sin embargo, piensa que El Fuhrer es más dañino a su país que todas las fuerzas aliadas juntas. Formando parte de una disidencia militar y política en la propia Alemania, Stauffenberg propone un arriesgado plan para matar al Fuhrer, desarticular a la SS ( el servicio secreto) y formar un gobierno civil que negocie la paz con las fuerzas aliadas sin que Alemania salga perjudicada.
El arriesgado plan incluye el asesinato y el uso de la Operación Valkiria, un plan diseñado por el propio Adolfo Hitler para que las tropas tomen el mando en caso de que él faltara. Total, que la disidencia decide echar a andar la operación, cuyo éxito está basado en la increíble posibilidad de poder usar la poderosa maquinaria del ejército Nazi en contra de su creador. Aventurado, por decir lo menos y quizás por eso estuvo a punto de tener éxito.
Pero más allá del eje narrativo que cuenta una interesantes historia de valor y coraje, con una buena dosis de intriga, paranoia y suspenso; Singer logra mostrar el asunto desde un punto de vista muy interesante, validando un lectura digna de la teoría del caos: un elemento que se sale de control, es suficiente para que los sistemas establecidos se encuentren en una situación anómala o caótica, entendiendo el caos no como desorden, sino como la ausencia de predicción. Es decir que los sistemas no se caen, pero siguen el curso de sus protocolos sin saber que van en contra de las funciones para las que fueron creados, por tanto, hay momentos en que la predicción les resulta favorable, pero otros en que no. Esta lectura se vuelve todavía más interesante, si pensamos en que hay quien sostiene hasta la fecha, que Hilter si murió en ese atentado y que un doble lo sustituyó hasta el suicidio en el bunker, algunos meses después. La teoría cobra fuerza por el hecho de que nunca se dufundieron imágenes del Fuhrer muerto y nadie sabe que pasó con el cuerpo.
En fin, que sin ánimo de hacer polémica, Singer aborda el caso con la debida solemnidad y buen oficio, lo cual da como resultado una película redonda que cuenta una hisoria sin mayores pretensiones. Y con un muy sutil mensaje acerca de la defensa del derecho a disentir, que acaso sea la mejor conclusión de la película. Muy recomendable para quien guste del cine bélico y que busque algo más que entretinimiento simplón.
Lo mejor:
- Resulta muy interesante ver cómo con los recursos de la época el factor humano y la disiciplina, hacen del ejército alemán una máquina bien engrasada que funciona con la precisión de un reloj. Sin celulares, internet, blackberries, ni walkie talkies, el sistema funciona con telégrafos y teléfono de manera eficiente y segura.
- A las admiradoras de Cruise les gustrá saber que el señor está debidamente enfocado en lo que está haciendo, nos regala varias de sus penetrantes y fijas miradas ( y eso que nomás tiene un ojo) y además como que el uniforme lo hace ver bien. Si no piensan mucho en el asunto aquel de la placenta, uno pudiera pensar que va retomando el camino.
- Los actores de apoyo son grandes actores. Brannagh y Wilkinson hace trabajos muy buenos y claves dentro de la trama.
Lo peor:
- Sinceramente, el intento de Singer por darle un nuevo contenido a la carga visual que tiene para todos escuchar en pantalla la Cabalgata de las Valkirias de Wagner, le resulta muy malo. No podemos escuchar eso y dejar de pensar en helicópteros sobrevolando Vietnam y aventando Napalm. Y como te acuerdas de eso, hasta se te olvida que estás viendo, la escena no te estremece como debiera y hasta te enoja un poco tanta torpeza.
- Singer no quiere hacer oficio de historiador, pero termina por dejar algunos cabos sueltos. Centrarse en el drama personal hace que uno pierda el contexto de los acontecimientos históricos, lo que hace díficil la comprensión para quienes nunca han oído hablar del famoso episodio.
- Si, hay alemanes buenos. El caso es que hablan inglés!!! ¿no parece ilógico que tanto patriotismo los lleve al cine Hollywood? tal vez si.