Que nadie diga que no lo ha pensado. Quizás volar, ser invisible, leer el pensamiento, ser el más veloz, tener campo de fuerza. Los superhéroes han sido objeto de culto desde hace ya varias generaciones.
Nacidos del cómic, las historietas y sus personajes se instalaron pronto y cómodamente en la cultura popular. Con el paso del tiempo dejaron de ser un pasatiempo solo para niños, abarcando paulatinamente al público adolescente y adulto. La mercadotecnia también jugó un papel estratégico importante en esta transformación, porque los artículos de colección alcanzaban precios tan elevados que solamente los adultos (adultos de cierta clase social, claro) podían comprar.