Pasante de Moda

| | , ,

Manuel Cruz

@cruzderivas

El discurso de Ben Whitaker al inicio de Pasante de Moda podría también ser un resumen metafórico sobre la vida de su actor: Por décadas, Robert De Niro ha creado iconos en la historia del cine: ha sido un mafioso, un conquistador de nuevas tierras, un controlador padre de familia, un conductor de taxi, y decenas de otros personajes. Al igual que Ben Whitaker, ha hecho mucho, pero aún se encuentra con la sorpresa de estar vivo. Tras la literal muerte de su profesión y su mujer, tiene que hacer algo, después de su viaje alrededor del mundo, múltiples cursos de cocina y lenguajes (incluyendo mandarín), y sesiones ocasionales de tai chi en la mañana. Necesita un trabajo. Y cuando queda contratado como becario de tercera edad en una empresa de modas, un nuevo mundo aparece en su vida.

Cuando no tiene interrupciones, la química entre Robert De Niro y Anne Hathaway es muy disfrutable
Cuando no tiene interrupciones, la química entre Robert De Niro y Anne Hathaway es muy disfrutable

Tal es la premisa en Pasante de Moda, la última obra de Nancy Meyers(directora de El DescansoCuando Menos te lo Esperas y ¿En qué piensan las mujeres?, entre otras): encuentros generacionales. Esto provee a gran parte de la cinta - especialmente al inicio - con una serie de situaciones que provocarán gracia al menos en un grupo de edad: mientras que los nuevos empleados colocan el último iPhone junto a su nuevo escritorio, Ben lleva un portafolio de piel de hace 40 años cuyos contenidos son relativamente inútiles. No logra entender a las computadoras, y rechaza las miradas de rareza y asombró al presentarse todos los días usando un traje, mientras el resto del mundo parece usar "ropa casual".

Pero los chistes no pueden durar tanto, y Meyers debe encontrar una historia que narrar. Es aquí donde Pasante de Moda introduce su segundo elemento: la relación de Ben con Jules (Anne Hathaway), la joven presidenta de la compañía. Una vez que Ben queda establecido como su asistente oficial, la historia duda en establecer su siguiente objetivo (bailando brevemente entre nuevas posibilidades románticas para Ben, su intento por educar a colegas con poco estilo de ropa y modales, y las extrañas molestias de Jules respecto a los hombres mayores) Después de explorar cada opción en diferentes escenas, la trama se enfoca en el incierto futuro profesional de Jules, y su relación con Ben como soporte emocional durante el conflicto laboral y personal en su vida. Meyers ha tomado la progresión narrativa de una comedia romántica para una historia de amistad solidaria, un tema quizás poco explorado.

Aunque la intención es tan buena como los dos actores que la encabezan, Pasante de Moda nunca consigue despegar, fundamentalmente por decisiones de estilo. Gran parte de la cinta se reduce a escenas donde Ben demuestra su buen corazón, acompañado de una música cuyo empalagamiento frustra más pronto que tarde. Lo mismo ocurre con muchos de los fragmentos de comedia, aunque algunos llegan a un nivel de absurdo que ya no es tan ingenioso en el principio (una escena de la cinta que implica un auto y una computadora sirve de perfecto ejemplo para esto) Los mejores momentos de la cinta son aquellos en donde y Hathaway pueden ejercer su profesión en silencio y con buen diálogo. (Especialmente hacia el final de la historia, donde Jules comparte una serie de miedos emocionales con Ben) La química entre ambos actores es buena, pero sólo se llega a ver con tiempo y paciencia, cualidades relativamente carentes en la duración de la cinta.

Pasante de Moda intenta cambiar elementos clave de una fórmula, y el esfuerzo es notable. Pero al mismo tiempo, una serie de decisiones estilísticas, ya tradicionales en el género, le impiden ser completamente novedosa. Sin embargo, el concepto planteado por Nancy Meyers tiene tantas posibilidades de repetición como las “rom-coms” usuales, y esto, hasta cierto nivel, es bueno. Si bien no habría por qué esperar a De Niro Y Hathaway en una secuela, no sería imposible - ni poco interesante - verlos en escenarios similares en el futuro, idealmente ante historias más cuidadas, y un poco más valientes.