Por @carolinnatas
En 'La Jugada Maestra', el director Edward Zwick en compañía del guionista Steven Knight, no sólo recrean los eventos reales previos al torneo de ajedrez de 1972 entre el estadounidense Bobby Fischer y el ruso Boris Spassky, sino que con meticuloso detalle, profundizan en los acontecimientos globales y personales que dieron formal al chico de Brooklyn que un día sería el rey del ajedrez.
Vemos por primera vez a Bobby (Aiden Lovekamp) como un pequeño niño en Brooklyn, donde su madre Regina (Robin Weigert), una conocida activista de izquierda, se encontraba bajo la mira del FBI por simpatizar con el partido comunista durante el apogeo del Macarthismo y el Temor Rojo. Atiborrado en un ambiente ruidoso por los camaradas políticos de su madre, Bobby encontró un desahogo en el juego de ajedrez, enfocando su total atención en el juego, bloqueando los sonidos de los adultos cerca de él, haciéndose de revistas rusas de ajedrez y soñando en convertirse el campeón del mundo, razón por la cual la mayor parte de su duración, la cinta se dedica a analizar la persecución de Bobby por Boris Spassky (Liev Schreiber), el jugador número 1 de ajedrez en el planeta.
Ya un adulto joven a finales de la década de los 60s, Fischer (ahora interpretado por Tobey Maguire), se convertiría en campeón estadounidense, para posteriormente enfrentarse por primera vez a los rusos y ser apaleado. Cuando su afirmación de que estos últimos se unieron contra él, pasó desapercibida, le dijo a la prensa que dejaría el juego. Es en este punto donde el filme de Zwick despega, haciendo transición de una biopic usual hacia un punto más reflexivo.
Con el mismo como su peor enemigo, incluso después de tempranas derrotas, Fischer permanece condescendiente, cada vez más exigente y decidido a derrotar a Spassky. También desciende en una paranoia alimentada por la Guerra Fría, creyendo que los rusos están tratando de intervenir su teléfono y meterse en su cabeza.
Tobey Maguire caracteriza no sólo el genio de Fischer, sino también su locura, infundiendo tics identificables en el personaje. No se puede ver hacia otro lado mientras el actor te arrastra hasta la mera esencia del jugador, tambaleándose entre los límites de locura y genialidad, construyendo el nerviosismo de la misma manera que origina un maestro del ajedrez al hacer esperar a su rival por su próximo movimiento. Maguire entrega una actuación sincera, que nos hace ver lo mucho que se preparó para el rol.
Como Spassky, Liev Schreiber iguala a Maguire en cada movimiento, con una muy buena personificación y perfecto acento ruso. Otras dos aportaciones de valor al elenco son el padre Bill Lombardy (Peter Sarsgaard) y el abogado/manager Paul Marshall (Michael Stuhlbarg), ambos parte del equipo Fischer. En su juventud, Lombardy jugó contra Bobby y Spassky, derrotando a ambos, antes de escoger la religión como su vocación. El bien estructurado guion de Knight permite que los comentarios de Lombardy sobre el juego que vemos en pantalla, ayude a la audiencia a entender los movimientos que se hacen y el por qué, siendo tanto la voz de la razón, como una útil herramienta. Por otro lado, el abogado Marshall sobresale al desarrollar un misterio subyacente a sus motivaciones, creando ambigüedad y sospechas que nos hacen preguntarnos ¿quién era este hombre que podía conseguir una llamada sin protocolo con Henry Kissinger? Stuhlbarg se sumerge en los misterios de su personaje.
La cinta sigue la fórmula de una biopic ganando fuerza no sólo a través de la actuación de su elenco, sino de su fotografía y su edición por igual. Knight incorpora la psicología del ajedrez a su guion, usando como fundamento para la historia, el influyente libro sobre Fischer escrito por Joseph Ponterotto. El conocimiento emocional es tan sorprendente como conmovedor, con personajes tridimensionales y profundamente matizados.
La metáfora del ajedrez y la política global de aquel tiempo, es una presencia constante que probablemente da lugar al debate tiempo después que la cinta llega a su final. A los interesados en la trivia, es importante saber que mientras vemos ‘Pawn Sacrifice’ (título original en inglés), y la recreación del Campeonato Mundial de 1972 en Islandia, la mesa en la cual vemos jugar a Maguire y Schreiber, es exactamente la misma usada por Fischer y Spassky.
Zwick representa el espíritu de la época con credibilidad, manteniendo la intriga durante toda la serie de partidas de ajedrez, yendo más allá de un repaso aburrido de historia, integrando la contribución del volátil genio al juego y la política, así como su lucha con su enfermedad mental, permaneciendo respetuoso de Bobby Fischer y su legado.
FICHA TÉCNICA
Título: La Jugada Maestra (Pawn Sacrifice)
Dirección: Edward Zwick
Guion: Steven Knight
Reparto: Tobey Maguire, Liev Schreiber, Peter Sarsgaard, Michael Stuhlbarg, Robin Weigert, Evelyne Brochu, Sophie Nélisse
Género: Biografía, Drama
Duración: 115 minutos
Año: 2015
País: Estados Unidos
Fotografía: Bradford Young
Música: James Newton Howard
Distribuidora: Gussi Cinema
Fecha de estreno: 26 de febrero de 2016