Originalmente, cuando Win Wenders comenzó a realizar Pina, lo pensó como un documental convencional, en donde entrevistaría a la coreógrafa alemana Pina Bausch, así como a los bailarines que habían trabajado con ella. La repentina muerte de la artista a mitad de la producción, lo hizo abandonar, pero fue el resto de los implicados en el proyecto quienes lo convencieron de seguir. El resultado final es más un musical, en donde grupos de bailarines realizando sus coreografías en diversos espacios, mientras que la parte documental queda a la mínima expresión. Visualmente, es un trabajo extraordinario, que valdrá la pena ver, aunque uno tendría que pensarlo dos veces antes de llamarlo documental, lo cual no le quita nada de mérito.