Presas del Diablo. De baches creativos y malos momentos

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Presas del Diablo. The Ward. USA (2011)

  • Dir: John Carpenter
  • Reparto: Amber Heard, Danielle Panabaker, Mamie Gummer, Lyndsay Fonseca, Jared Harris, Mika Boorem, Laura-Leigh

Calificación 2/5

Dos asuntos son relevantes para entender el ánimo de quien paga un boleto para ver esta cinta. Primero, que sea lo más nuevo que vemos de John Carpenter, un director indispensable para hablar del terror contemporáneo, creador –entre otras cosas- de uno de los clásicos de todos los tiempos: la franquicia Halloween y todas sus secuelas.

En segundo, la premisa que plantea. De los lugares que las personas en general señalan como más aterradores, están los hospitales, y dentro de esta categoría, los más intimidantes son los hospitales psiquiátricos. Por tanto, ver el último experimento de Carpenter situado en un lugar de locura y perturbación pareciera ser altamente atractivo para el público, en una temporada generalmente floja para el género.

La historia empieza con una chica perturbada y confundida que es sorprendida al momento de provocar un incendio en una granja abandonada. Es recluida en un pabellón psiquiátrico, donde será atendida junto con otras chicas que sufren distintos tipos de trastornos. Pronto, el sombrío y hostil ambiente es lo de menos. Algo que parece ser una presencia aterradora se convertirá en suficiente motivo para vivir continuamente asustada y amenazada, teniendo que hacer equipo con sus extrañas compañeras para develar todos los misterios que existen en el extraño lugar.

Mentiríamos si no dijéramos que este planteamiento suena interesante. Quizás es eso lo que lleva a la gente a las salas de cine. Pero no han pasado más de quince minutos de proyección cuando la expectativa se diluye en un mar de más de lo mismo, que no representa en modo alguno una propuesta novedosa o algo lejanamente parecido.

Carpenter intenta sorprender y a ratos los logra, pero no a los niveles a los que nos tiene acostumbrados. La amenaza sobrenatural parece grotesca, pero nunca llega a ser verdaderamente aterradora. Y el suspenso sicológico – el ambiente de reclusión, el sentimiento de amenaza, la necesidad de escapar- nunca es lo suficientemente bien construido como para mantenerte al filo del asiento.

Un trabajo flojo, en general, que nos hace pensar que si todos tenemos malos días, baches y malas rachas, parece que Mr. Carpenter es a fin de cuentas, tan humano como todos nosotros.

Lo mejor:

  • La premisa es interesante y genera expectativa
  • Los personajes intrigantes – sin dejar de ser clichés- están bien contraídos: la enfermera ruda, el siquiatra misterioso, el enfermero sarcástico.

Lo peor:

  • Chicas demasiado bien maquilladas para estar en un hospital psiquiátrico es un primer asunto extraño
  • Chicas que parece estar solas en un pabellón inmenso, es otro asunto extraño.
  • Un misterio que acaba siendo mal cerrado, explicado e inducido, es definitivamente, lo peor de todo.
  • Y por cierto,  ¿porqué la tardujeron como "Presas de Diablo"? un caso más de traducciones ridículas para los títulos de las cintas...