Primera imagen de James McAvoy y Daniel Radcliffe en "Víctor Frankestein"

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En realidad no es la primera imagen que vemos del film pero sí la primera en la que vemos a los dos actores, aunque sea detrás de cámaras, pero sí vestidos como los personajes que interpretan en "Víctor Frankenstein", película dirigida por Paul McGuigan y escrita por Max Landis, basándose en la novela de Mary Shelley

Daniel Radcliffe y James McAvoy en "Víctor Frankenstein"
Daniel Radcliffe y James McAvoy en "Víctor Frankenstein"

Nueva versión de la historia clásica de terror que se centrará en el personaje de Igor, al que interpretará Daniel Radcliffe: el ayudante de laboratorio jorobado del famoso dr. Victor Frankenstein, que será interpretado por James McAvoy.

En los ambiciosos planes del doctor para devolver la vida a un cuerpo inerte a través de la ciencia, Igor será una parte esencial para cumplir su objetivo. Narrada desde el punto de vista distorsionado y cómico del auxiliar de experimentos, la película revivirá los sucesos que llevaron al genio de la medicina a jugar a ser Dios. Desenterrar cadáveres, asistirle en la cirugía post mortem o acompañarle a robar miembros por la noche, serán algunas de las oscuras misiones de este peculiar y único personaje. Este torpe y sucio compañero de fechorías será el centro de un mundo terrorífico a la vez que conmovedor sobre el poder de la ciencia y la imaginación humana.

El reparto principal de esta película lo completan: Jessica Brown Findlay, Mark Gatiss, Andrew Scott, Louise Brealey, Alistair Petrie, Daniel Mays, Freddie Fox, Adrian Palmer, Adrian Schiller, Spencer Wilding.

Pero no es la primera imagen que vemos del film, anteriormente publicamos la siguiente imagen del protagonista de "Harry Potter" en esta nueva película.

Daniel Radcliffe como Igor en "Víctor Frankenstein"
Daniel Radcliffe como Igor en "Víctor Frankenstein"

Además, el joven actor habló hace algunos meses sobre esta nueva película y su personaje:

Mi versión será un poco más cercana a lo que pretendía Shelley. Es cierto que se le asocia a su peculiaridad física, pero ahora la historia se ve a través de sus ojos, es una historia nunca vista. Aquí la relación es de igualdad entre los dos protagonistas, hay una rivalidad que les distancia de otras películas de Frankenstein.

Una de las primeras representaciones de Igor es el asistente en la película Metrópolis de 1927; luego en la primera película de la serie Frankestein (de 1931), el asistente Fritz (Dwight Frye), conocido comúnmente con el nombre de sus sucesores Igor. Ya en las secuelas El hijo de Frankenstein de 1939 y El fantasma de Frankestein de 1942, al personaje (interpretado por Béla Lugosi) se los nombraría Ygor. Sin embargo, aquel personaje, ni poseía joroba ni era asistente de laboratorio, sino un herrero mentalmente insano y con tendencias a romper cuellos, que el monstruo reanima como un instrumento de venganza contra los habitantes del pueblo que querían colgarlo.

¿Qué hay de la novela?

En la novela, Víctor Frankestein se cree capacitado para crear un ser humano y en un gesto romántico por excelencia lleva a cabo esta doble rebelión (teológica y científica), y su castigo, al igual que el del mítico Prometeo griego, es implaca­ble. Igualmente trágico es el destino de la criatura que surge de este experimento científico desmesurado. Nací bueno, pero los sufrimientos han hecho de mí lo que soy: un enemigo, se lamenta el engendro ante su creador. Detrás de estas palabras, es posible percibir los ecos del pensamiento social de Jean Jacques Rousseau, el filó­sofo iluminista y revolucionario, quien en su obra Emilio o de la Educación (1762) sostuvo que el ser humano es bueno por naturaleza y que, si adopta la maldad, se debe a la falta de una educación o a la acción negativa de su entorno social. Esta teoría, conocida como la del "buen salvaje", seguramente le llegó a la autora por sus padres, y ella supo ficcionalizarla en la novela. Ahora bien, sobre este patético monstruo, hijo ilegítimo del iluminismo, recae la fuerza con que la estética romántica hizo de la fealdad otra forma de la belleza. El cuerpo del monstruo naturalmente bueno resulta fascinante porque quiebra los modelos tradicionales de belleza y fealdad. La figura armada con retazos de otros cuerpos humanos, no solo resulta atractiva por sus dimensiones y su fortaleza excepcionales, sino también por su capacidad intelectual y por la intensidad de sus sentimientos.