En una sociedad como la mexicana, en donde las clases sociales van más allá de tener o no dinero, el juego de contrastes se ha vuelto una especie de salida fácil para la cinematografía nacional. Recientemente en Nosotros Los Nobles, vimos una especie de inversión de papeles, en donde el objeto de burla era la clase alta, aunque al final, la "moraleja" quedaba muy disminuida cuando todo se descubre como un engaño.
En la nueva cinta de Gustavo Loza, se aborda el viejo tema del embarazo no deseado, pero ahora con el twist de la diferencia de clases. Si bien no llega a ser completamente un remake, si comparte la premisa de El Inocente, de Pedro Infante, aunque con la diferencia de que, en su mumento, ese era un tema prácticamente novedoso, y más en los años cincuentas. Aquí la cinta se pierde en un sólo cliché, sin llegar a aterrizar completamente, sólo jugando una y otra vez con la cuestión de la diferencia de clases, resaltando en este caso la "inexperiencia" del menos privilegiado.
Realmente, es una cinta que decepciona, y que nos muestra que el cine mexicano requiere renovarse de nuevo, antes de que volvamos a caer en otro bache como los que hemos visto anteriormente.