¿Qué futuro hay en la conservación de películas? (1 Parte)

Es un hecho lamentable, pero bien sabido, que el 60 % de las películas realizadas antes de 1922 se han perdido completamente. Si bien muchas de ellas fueron debido a incendios, descuido, inundaciones, humedad o mal almacenamiento, lo cierto es que la emulsión que las compone tiene una cierta vida útil, y el uso de las mismas las va desgastando poco a poco. Si no mediara ninguna forma de conservación, la cantidad que estaría desaparecida sería muchísimo más.

En los primeros años, algo que salvó a la gran mayoría de las mismas es que las copias ópticas se pueden realizar con toda fidelidad, aunque tampoco podrán recuperar el estado original de las mismas. Debido a eso, muchas cintas de los años treintas y cuarentas, que de otra manera no existirían, pudieron seguir siendo conocidas, aunque el color, la nitidez, e incluso el sonido eran pérdidas notorias.

En la década de los setentas, surgiría el remasterizado para películas, aunque en aquel entonces era muy básico. Por medio de métodos ópticos, e incluso trabajo directamente sobre las celdas, más que nada para eliminar rayones y rupturas en la misma. Fue hasta principios de los ochentas, que surgiría la remasterización digital, que no sólo permitiría el recuperar colores y nitidez, sino incluso corregir vciertos aspectos técnicos del proceso.

Gracias a ello, podemos aún gozar de muchos grandes clásicos, pero la solución definitiva aún está muy lejos. Y seguiremos viendo el tema en próximas entradas.