Este pasado 10 de septiembre, falleció el que fuera una de las figuras más icónicas del Universo del 007: Richard Kiel, más conocido como Mandíbulas. con sus 2.18 metros de estatura, resultado de una condición llamada acromegalia, era un figura imponente incluso sin las mandíbulas metálicas que lo caracterizaron. Mandíbulas tiene el privilegio de haber sido el único villano de toda la saga que sobrevivió, el único asistente en aparecer en dos películas, y que se volvió una parte importante de la franquicia con sólo un parlamento en dos cintas. ¿Qué fue lo que hizo de este asesino un personaje de ese nivel.
Primero que nada, era el primer villano literalmente imparable. Acostumbrados a villanos que James Bond podía igualar en lo físico, y que tenía que derrotar dentro del ámbito cerebral, Mandíbulas vino a ser un cambio interesante. Por otro lado, a pesar de las apariencias, no era pura fuerza bruta, sino que en todas las cintas mostró una inteligencia notable y una capacidad de planeación que, si bien no estaba a la altura de las mentes maestras, era realmente de respeto, como pudimos ver en la pelea en Egipto. Por otro lado, era indudable que, muy a su modo, tenía un carisma notable. Como un detalle interesante, debemos de decir que originalmente se filmó una escena en La Espía que me Amó, en la que él era devorado por el tiburón, pero tras de la reacción del público en la filmación preliminar, se optó por dejarlo vivir.
Con Richard Kiel, se fue uno de los más grandes personajes de la saga del agente británico. Descanse en Paz.